Buen partido el vivido en Cornellá. Se adelantaron los atléticos por dos veces tras los fallos de Galán y Callejón, pero Osvaldo puso las réplicas en un partidazo del ariete argentino. El Kun mojó pero no sirvió para la victoria. Buen arbitraje de Mateu Lahoz en un partido complicado. Europa no se decide ni se resuelve para ninguno.
| Ficha técnica | 2- RCD Espanyol: Kameni (3); Chica (3), R. Rodríguez (3), Amat (1), Galán (1); Verdú (2), Javi López (3), Callejón (1), Luis García (1); Iván Alonso (2), Osvaldo (4).
2- Atlético de Madrid: De Gea (2); Ujfalusi (2), Perea (1), Godín (2), Filipe (2); Tiago (2), Suárez (1), Reyes (2), Koke (2); Costa (1), Kun Agüero (3).br> Cambios:En el Espanyol Luis García (1) por Márquez (min.60), Callejón (1) por Vázquez (min.67) y Alonso (2) por Rui Fonte (min.81), en el Atlético, Koke (2) por Raúl García (min.41), D.Costa (1) por Juanfran (min.80).
Goles:0-1 Koke (min.2), 1-1 Osvaldo (min.38), 1-2 Kun Agüero (min.49), 2-2 Osvaldo (min.65).
Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano) (2) En los locales amonestó con tarjeta amarilla a Amat (14'), Chica (47'). Mientras que en los visitantes amonestó a Filipe (28'), Mario (55'), Tiago ('70), Raúl García (75'), Kun (90’).
Incidencias: 28110 espectadores en el estadio Cornellá-El Prat. Terreno de juego en buenas condiciones. |
Datos destacables | Lo mejor: Arietes de lujo Osvaldo y Agüero, los arietes de unos y de otros, dejaron claro que el peso en sus equipos tiene sangre argentina y llevan sus nombres por bandera. Ambos marcaron y demostraron una vez más que son los buques insignia.
Lo peor: Errores de patio de colegio Cometidos en mayor medida por el Espanyol, que le regaló dos goles al Atlético, y por Perea, incapaz ante el potencial de Osvaldo en la punta.
El dato: Segundo empate consecutivo. No pasaba desde la temporada pasada. Dos empates consecutivos en Liga. |
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Franc Mendiola / Barcelona
Bajas sonadas en ambos equipos. De renombre la de Forlán en los colchoneros y de típicas ya en los periquitos, donde Márquez, Baena y Duscher dejaron huérfano el centro del campo, dando entrada así a Raúl Rodríguez de central, el paso de Javi López a la medular y la entrada de Alonso por detrás del chacal Osvaldo. Pero esto, por culpa de dios, ya no es noticia.
Lo que sí no se puede remediar es la debilidad a estas alturas. La falta de entereza, la desconcentración. El ánimo de ser una madre cariñosa cuando el rival es superior y tiene hambre. Imperdonable desde cualquier punto de vista el regalo de semana santa de Galán a Koke en el minuto 2, con un rechace manso y bucólico para el que el madrileño solo tuvo que interceptar, cortar y sin quererlo ni beberlo empujarla de risa a las mallas defendidas por Kameni. Tsunami de agua fría en Cornellá en la primera bocanada atlética.
Mucho más embutido en el partido a pesar del fraude de su salida de balón desde atrás, los rojiblancos se supieron amos y señores tras el gol, creando peligro y produciéndolo en forma de sensación en la defensa periquita, especialmente sobre Galán, autor del fatídico pase de gol a Koke.
Pero bueno, como han retratado en la historia los libros de vida colchonera, el apodo de pupas no te lo ganas de cualquier manera. Sin hallarse a sí mismo en cuarenta minutos para el olvido, balón en larguísimo para el único e implacable: Daniel Osvaldo, que se rifa del marcaje de otro ilustre como Perea y bate tras rebote en el colombiano a De Gea. Bombona de oxígeno por la cara bonita, que no por otra cosa sino por ir a por más que su rival y un empate edulcorado y puede que hasta justo a nada de la media parte.
Hablando de historias, ya en el segundo tiempo, el Espanyol volvió a pecar en este domingo de ramos. Una ingenuidad de Callejón, al estilo Galán pero más indolente e inocente si cabe, fructificó en el segundo regalo de la noche, esta vez para el más peligroso de los indios, el yerno de Maradona, osea, de un dios: Kun Agüero. “Pase” en largo del motrileño dirección al 10 del Atlético y de sutil y bella vaselina coloca el 1-2 en el electrónico. Dos de los siete pecados capitales que destruían una ilusión llamada Europa. Por el momento, claro.
Porque por segunda vez toca repetición de guión. Al igual que en la primera fracción de juego, el Atlético volvió a flaquear donde más y con mayor alevosía lo hace, es decir, en defensa. Pase a media altura, piquito del área chica. Verdú como autor y Osvaldo de nuevo como ejecutor. Cabezazo de los de delantero grande, de calidad, de raza. La coge con el lateral de la frente y la manda revosando efecto, sobreseída, hacia el segundo palo donde De Gea yace impotente ante un golazo de agigantada factura, tanto por la entidad del tanto como por el momento.
Se puso el encuentro de agarrarse los machos y atarse bien la hebilla del cinturón. Añadido a más, un paradón antológico de Kameni dos minutos después del golazo de Osvaldo, tras un saque de esquina que remató Tiago y bocajarro y el camerunés pudo sacarla, aun no se sabe bien bien cómo, de atrás hacia delante con el brazo pegado al suelo. Como su equipo, de menos a más claramente.
El último arreón hizo mella en un equipo local falto de ímpetu por carencias físicas y un Atlético que se acogió a la ley concursal del Kun pero que no puedo mancillar Cornellá en lo que hubiera sido un hachazo definitivo en el camino hacia Europa. Una diosa que se la jugarán en próximos partidos a cara de perro.
SALA DE PRENSA
Sala de prensa |
Mauricio Pochettino (Entrenador del Espanyol) ”Hemos pagado caro los errores cometidos. Pero nos hemos sobrepuesto, y es para estar orgulloso de esta gente, de este equipo, y hoy la afición ha estado perfecta, dándonos un apoyo increíble. Es un empate merecido. Mateu Lahoz aboga por el espectáculo, y a mí eso me gusta. Hemos repetido la intensidad de Alicante, y esta es la línea a seguir. Por el tema europeo, hay una gran incertidumbre. ”
| Quique Sánchez Flores (Entrenador del Atlético)
"Ha sido un partido de mucha fricción, con mucho contacto y muy disputado, pero también ha sido bonito para el espectador. Los dos goles pueden parecer un regalo del Espanyol, pero yo lo veo como fruto de una presión que, por ejemplo, ya hicimos en Pamplona. Me voy con la sensación de haber perdido dos puntos. Me gusta mucho Dani Osvaldo, es un ariete buenísimo y ha sabido aprovechar sus oportunidades, sobre todo gracias a sus desmarques ". |