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Etiquetas | Terremoto Japón
El terremoto de Japón, que ha provocado a la postre el tsunami, es el quinto más fuerte de la historia desde que existen los registros sísmicos

Un movimiento para la tierra, una catástrofe para la humanidad

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Japón vive, entre la desolación y la destrucción, por culpa de esa tragedia producida por un terremoto que ha venido acompañado de un tsunami devastador que ha asolado poblaciones enteras. Cuando una de las placas rompa a otra de éstas, se produce una descarga de energía que desemboca en un movimiento sísmico. Si el temblor es de gran magnitud puede llevar a un maremoto tectónico

Manuel Monfort / SIGLO XXI

TERREMOTO

¿Cómo se forma?
El choque entre placas continentales y la brusca liberación de energía acumulada son las dos principales razones que dan pie a que se produzcan los terremotos.

La corteza de la Tierra está formada por 12 placas, de aproximadamente 70 km. de grosor, que presentan entre sí distintas características. Estas placas, a lo largo de un proceso que ha durado millones de años, han dado forma a los continentes y a los relieves geográficos.

Como normal general, los movimientos de estas placas suelen ser lentos e imperceptibles, pero hay algunos casos en los que chocan entre sí sobre un océano de magma, impidiendo así su circulación. Entonces, una placa comienza a desplazarse sobre otra o debajo de ésta y si hay dificultades en el movimiento comienza a acumularse una energía, que más tarde o temprano se liberará. Será irremediable, pues, que una de las placas rompa a la otra dando lugar a la descarga de una cantidad de energía que es la que origina un terremoto.

Las zonas en que las placas realizan esta presión se denominan fallas. Son los puntos con más probabilidad de producir movimientos sísmicos.



El terremoto de Japón tiene lugar en una zona entre las Placas Pacífica y Norteamericana. En la latitud, la Placa Pacífica se mueve en dirección oeste a una velocidad de 83 mm/año con respecto a la Norteamericana. La Placa Pacifica subduce bajo Japón en la Fosa de Japón y continúa su desplazamiento bajo la placa Euroasiática.

Hipocentro y Epicentro
Uno de los conceptos básicos de un terremoto es saber diferenciar entre hipocentro y epicentro.

- Hipocentro: Es el punto interior de la tierra en la que se produce el temblor. Si ocurre hasta 70 km. de profundidad se denomina superficial, en el caso de que sea entre 70 y 300 km. se le llama intermedio y a partir de esta cantidad ya se catalogaría como profundo.

- Epicentro: Lugar de la superficie terrestre donde primero se recibe el temblor.

Los terremotos se pueden clasificar en tres tipos de tipologías distintas:

- Microsismos: Son imperceptibles. Por lo general, son terremotos de baja escala que pasan, totalmente, desapercibidos.

- Macrosismos: Cuando su efecto causa destrozos en casas.

- Megasismos: Los peores de todos. Es el que ha vivido Japón, el mismo que puede asolar ciudades enteras dejando a su lado desolación y destrucción.

Medición de un terremoto
Se realizada a través de un sismógrafo, que registra la vibración producida en la tierra por el sismo e informa de la magnitud para medir el efecto de un terremoto. En este sentido, la Escala Ritcher es el método más común y consiste en asociar la magnitud del temblor con la amplitud de la onda sísmica.

La Escala Ritcher recoge sus datos de acuerdo al sismógrafo y su escala se puede dividir en diferentes baremos:

- Menos de 3,5: Terremoto menor.
- 3,5 a 5,4: Causante de perjuicios menores.
- 5,5 a 6,0: Ocasiona ciertos averíos, por ejemplo, a viviendas.
- 6,1 a 6,9: Ocasiona daños serios a poblaciones.
- 7,0 a 7,9: Terremoto que causa desperfectos considerables.
- A partir de 8: Sismo violento, que causa destrucción. Concretamente, es el de Japón, con una escala de Ritcher de 8,9, el quinto más fuerte desde que existen los registros sísmicos.

TSUNAMI
Tsunami es un término japonés que se desglosa en –Tsu y –Nami. Tsu significa Puerto o Bahía, mientras que Nami es ola. Hablar de este fenómeno es citar a la fuerza del mar en su límite más macabro, la misma que empuja una masa de agua gigantesca hacia la costa pudiendo alcanzar una velocidad de 900 km/h.

En la catástrofe de Japón, el tsunami, fue generado por el terremoto y también puede ser activado por otros fenómenos, tales como volcanes, meteoritos o derrumbes costeros. Sin embargo, son los terremotos de gran magnitud, los principales causantes de este efecto en un 90% de los casos.



Formación
Para que un terremoto origine un tsunami, el fondo marino debe ser movido en sentido brusco de forma vertical. De este modo, el Océano es impulsado fuera de su equilibrio normal y cuando esta gran masa de agua trata de recuperar la compostura es cuando se forman las olas.

Tamaño
El tamaño que adquiere este maremoto submarino vendrá determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino. De hecho, no todos los terremotos generan tsunamis. Más bien, lo consiguen aquellos de magnitud considerable que son capaces de deformar el fondo marino. Es frecuente que un tsunami viaje a grandes distancias y, pese a disminuir la altura de sus olas, mantiene intacta su velocidad arrasando todo lo que se encuentra a su paso.





Un maremoto tectónico producido en un fondo del mar de 5 km. de profundidad removerá toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical puede ser tan solo de centímetros, pero si se produce a la suficiente velocidad, alcanzará una velocidad muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aún así, en alta mar la ola pasa casi desapercibida, ya que está minimizada por las olas superficiales.

Los maremotos son peligrosos a partir de una escala de Ritcher de 7,5 y son, realmente, destructivos a partir de 8,3.

Aunque, ningún Océano está a salvo de los efectos devastadores de este fenómeno, lo cierto es que es el Pacífico, especialmente las costas de Chile, Perú y Japón, el que más expuesto esta al riesgo de sufrir sus efectos. El hecho de que en esa zona esté ‘el cinturón de fuego’, una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo, expone gravemente a la población del Océano Pacífico a sufrir daños de esta índole.

Un movimiento para la tierra, una catástrofe para la humanidad

El terremoto de Japón, que ha provocado a la postre el tsunami, es el quinto más fuerte de la historia desde que existen los registros sísmicos
Manuel Monfort
martes, 15 de marzo de 2011, 16:15 h (CET)
Japón vive, entre la desolación y la destrucción, por culpa de esa tragedia producida por un terremoto que ha venido acompañado de un tsunami devastador que ha asolado poblaciones enteras. Cuando una de las placas rompa a otra de éstas, se produce una descarga de energía que desemboca en un movimiento sísmico. Si el temblor es de gran magnitud puede llevar a un maremoto tectónico

Manuel Monfort / SIGLO XXI

TERREMOTO

¿Cómo se forma?
El choque entre placas continentales y la brusca liberación de energía acumulada son las dos principales razones que dan pie a que se produzcan los terremotos.

La corteza de la Tierra está formada por 12 placas, de aproximadamente 70 km. de grosor, que presentan entre sí distintas características. Estas placas, a lo largo de un proceso que ha durado millones de años, han dado forma a los continentes y a los relieves geográficos.

Como normal general, los movimientos de estas placas suelen ser lentos e imperceptibles, pero hay algunos casos en los que chocan entre sí sobre un océano de magma, impidiendo así su circulación. Entonces, una placa comienza a desplazarse sobre otra o debajo de ésta y si hay dificultades en el movimiento comienza a acumularse una energía, que más tarde o temprano se liberará. Será irremediable, pues, que una de las placas rompa a la otra dando lugar a la descarga de una cantidad de energía que es la que origina un terremoto.

Las zonas en que las placas realizan esta presión se denominan fallas. Son los puntos con más probabilidad de producir movimientos sísmicos.



El terremoto de Japón tiene lugar en una zona entre las Placas Pacífica y Norteamericana. En la latitud, la Placa Pacífica se mueve en dirección oeste a una velocidad de 83 mm/año con respecto a la Norteamericana. La Placa Pacifica subduce bajo Japón en la Fosa de Japón y continúa su desplazamiento bajo la placa Euroasiática.

Hipocentro y Epicentro
Uno de los conceptos básicos de un terremoto es saber diferenciar entre hipocentro y epicentro.

- Hipocentro: Es el punto interior de la tierra en la que se produce el temblor. Si ocurre hasta 70 km. de profundidad se denomina superficial, en el caso de que sea entre 70 y 300 km. se le llama intermedio y a partir de esta cantidad ya se catalogaría como profundo.

- Epicentro: Lugar de la superficie terrestre donde primero se recibe el temblor.

Los terremotos se pueden clasificar en tres tipos de tipologías distintas:

- Microsismos: Son imperceptibles. Por lo general, son terremotos de baja escala que pasan, totalmente, desapercibidos.

- Macrosismos: Cuando su efecto causa destrozos en casas.

- Megasismos: Los peores de todos. Es el que ha vivido Japón, el mismo que puede asolar ciudades enteras dejando a su lado desolación y destrucción.

Medición de un terremoto
Se realizada a través de un sismógrafo, que registra la vibración producida en la tierra por el sismo e informa de la magnitud para medir el efecto de un terremoto. En este sentido, la Escala Ritcher es el método más común y consiste en asociar la magnitud del temblor con la amplitud de la onda sísmica.

La Escala Ritcher recoge sus datos de acuerdo al sismógrafo y su escala se puede dividir en diferentes baremos:

- Menos de 3,5: Terremoto menor.
- 3,5 a 5,4: Causante de perjuicios menores.
- 5,5 a 6,0: Ocasiona ciertos averíos, por ejemplo, a viviendas.
- 6,1 a 6,9: Ocasiona daños serios a poblaciones.
- 7,0 a 7,9: Terremoto que causa desperfectos considerables.
- A partir de 8: Sismo violento, que causa destrucción. Concretamente, es el de Japón, con una escala de Ritcher de 8,9, el quinto más fuerte desde que existen los registros sísmicos.

TSUNAMI
Tsunami es un término japonés que se desglosa en –Tsu y –Nami. Tsu significa Puerto o Bahía, mientras que Nami es ola. Hablar de este fenómeno es citar a la fuerza del mar en su límite más macabro, la misma que empuja una masa de agua gigantesca hacia la costa pudiendo alcanzar una velocidad de 900 km/h.

En la catástrofe de Japón, el tsunami, fue generado por el terremoto y también puede ser activado por otros fenómenos, tales como volcanes, meteoritos o derrumbes costeros. Sin embargo, son los terremotos de gran magnitud, los principales causantes de este efecto en un 90% de los casos.



Formación
Para que un terremoto origine un tsunami, el fondo marino debe ser movido en sentido brusco de forma vertical. De este modo, el Océano es impulsado fuera de su equilibrio normal y cuando esta gran masa de agua trata de recuperar la compostura es cuando se forman las olas.

Tamaño
El tamaño que adquiere este maremoto submarino vendrá determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino. De hecho, no todos los terremotos generan tsunamis. Más bien, lo consiguen aquellos de magnitud considerable que son capaces de deformar el fondo marino. Es frecuente que un tsunami viaje a grandes distancias y, pese a disminuir la altura de sus olas, mantiene intacta su velocidad arrasando todo lo que se encuentra a su paso.





Un maremoto tectónico producido en un fondo del mar de 5 km. de profundidad removerá toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical puede ser tan solo de centímetros, pero si se produce a la suficiente velocidad, alcanzará una velocidad muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aún así, en alta mar la ola pasa casi desapercibida, ya que está minimizada por las olas superficiales.

Los maremotos son peligrosos a partir de una escala de Ritcher de 7,5 y son, realmente, destructivos a partir de 8,3.

Aunque, ningún Océano está a salvo de los efectos devastadores de este fenómeno, lo cierto es que es el Pacífico, especialmente las costas de Chile, Perú y Japón, el que más expuesto esta al riesgo de sufrir sus efectos. El hecho de que en esa zona esté ‘el cinturón de fuego’, una de las zonas con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo, expone gravemente a la población del Océano Pacífico a sufrir daños de esta índole.

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