En las últimas semanas hemos vivido situaciones desagradables y en algunos casos con final amargo en la cantera de Can Barça. El primer punto es el mercado. Es de menester vender y hacer girar la rueda de los jugadores menudos, que se cuezan y se curtan en otros equipos y que después puedan volver. Pero el caso del Barça B hoy en día es distinto.
Estamos muy orgullosos del filial y de sus triunfos, y al igual que alabamos sus bienes, también destacamos las malas gestiones. Si primero hablábamos de Nolito (un jugador que, bajo mi punto de vista, puede dar más rendimiento al Barça), con final en Benfica la próxima temporada, ahora comentamos otras posibles marchas. Martí Riverola, el medio campista salido del juvenil este año, se ha marchado cedido al Vitesse del “Chapi” Ferrer. Pero a este medio de gran proyección se le podía sacar más tajada en el filial, aunque la competencia sea muy dura.
Pero a las posibles marchas de jugadores como Benja (ofertas de Grecia para un jugador más grande que juega poco), se ha de sumar a la casi inminente de Rubén Rochina, un jugador con enorme calidad y un futuro prometedor, que está a punto de ser “mal vendido” al Blackburn Rovers. Según él “allí podré demostrar, tener minutos y crecer como futbolista”. Pero su corazón está aquí y su juego también. Aún podía demostrar muchas cosas. Desde la secretaría del fútbol base insisten en que es bueno para él y para el club pero insisto, Rochina podía dar mucho más y no es ético que haya otro caso Cesc en un futuro.
Sumando a estos cuatro jugadores anteriores, Jonatan Dos Santos o Thiago Alcántara también han sido tentados por equipos de primera. En el caso del segundo, el club se ha movido rápido y ha podido firmar su renovación y hacerle ficha del primer equipo. En el caso del mejicano estuvo a punto de salir pero al final su destino se decidirá en verano. Sería un amargo final para un jugador que debutó el año pasado a bombos y platillos y que tenía la confianza de Pep Guardiola. Todo ello se componen de decisiones difíciles para el club, pero de momento la situación se controla de manera irregular, con aciertos pero también con errores en clara reminiscencia.
En cuanto al resultado del sábado, el último partido de la primera vuelta demostró, primero, que el Rayo podría ser tranquilamente equipo de primera (no jugó bien y ganó con recursos) y segundo que al Barça B le falta confianza para rematar los partidos y sobre todo para ofrecer más recursos en ataque. De momento Jonatan Soriano y Nolito que están adquiriendo todo el protagonismo en la faceta ofensiva necesitan de alguien más. Luís Enrique deberá seguir probando.