Hay situaciones que sólo se viven en un deporte. Ese deporte que vive en una constante montaña rusa. Que igual puede regalarnos imágenes preciosas como imágenes que te hacen recapacitar y pensar si merece la pena seguir viéndolo. Es el ciclismo, un sube y baja que esta semana ha vivido un nuevo capítulo.
La Vuelta a Murcia ha vetado a los equipos italianos. Una decisión tan absurda y tan vergonzosa como la que pretenden defender. La carrera de la tierra de Alejandro Valverde se ha tomado la justicia por su mano y lo ha pagado con quien no tiene nada que ver. Si el CONI no deja correr al líder del Caisse d´Epargne en Italia, la Vuelta a Murcia no quiere a las escuadras italianas en su prueba. De patio de colegio.
Un veto que no tiene sentido. Un veto que significa todo lo contrario que defendemos los que apoyamos a Valverde, quien ni siquiera estará en la salida debido al plantón que los conjuntos españoles han hecho tanto a la organización de Murcia como a la de Andalucía y con quien se ha hecho una injusticia y al que se le dará la razón en los juzgados.
Nadie puede ir en contra de nadie sin motivos. ¿Qué culpa tienen los equipos italianos en la decisión del CONI? ¿Qué favor le hace a Valverde este veto?