Ha pasado la doble jornada de competición en la fase previa de la Eurocopa de 2008 y es el momento de hacer balance desde el punto de vista de la selección española.
El signo del balance ha de ser forzosamente positivo, toda vez que los dos encuentros se han saldado con victoria, y ello a pesar de que el juego ha distado bastante de lo esperado. Da la sensación de que no se puede ganar y jugar bien a la vez, para regocijo de los tertulianos que acostumbran a discutir sobre qué es mejor de las dos cosas.
Y si los resultados propios han sido positivos, otro tanto puede decirse de los ajenos, centrados en el Dinamarca-Suecia, cuyo resultado final de 0-3 deja a Dinamarca con un pie fuera de la clasificación y la necesidad imperiosa de ganar a España, algo de lo que el combinado de Aragonés puede sacar mucho provecho ya que es probable que no veamos al clásico equipo escandinavo rocoso sino a un conjunto lanzado en pos de la victoria y que deje espacios.
Ahora España se va de vacaciones con la sensación del deber cumplido y de tener la sartén por el mango. Resta rematar la faena no perdiendo en Dinamarca (o dondequiera que se juegue el partido, ya que la "dinamita roja" debe jugar a más de 250 kms. de Copenhague, y eso roza, si no supera, su frontera con Alemania) y ganando a Irlanda del Norte en Las Palmas, algo muy asequible a priori. Esto marcha.