Llegan estas alturas de la temporada y una no sabe cuál es el mejor terma para hablar en una columna deportiva semanal. Y no lo digo porque no haya o sean malos; lo digo porque hay demasiados y todos son geniales. Por un lado, la Champions. El Espanliverpool se clasifica y repite final con el Milan, que aplastó al Manchester. Luego la Euroliga, con el Unicaja que casi da la sorpresa y el TAU que cayó por tercera vez. Y por supuesto, el Madrid-Sevilla y la Liga, que está más al rojo vivo que nunca. Y de vela no escribo, porque no entiendo.
Fíjense ustedes en la tesitura que me encuentro y estoy ya en el segundo párrafo. Hablemos de la Liga. Todos en un puño. El Barcelona que es el que no convence ahora. El Madrid que resucita; más vale tarde que nunca. El Sevilla dice que sí y que no y el Valencia, el más lejano pero no acaba de irse ni de acercarse.
El Barcelona se mide a uno de los colistas, que más que no jugar bien, van a ir a por el último suspiro. Todos los de abajo están en un puño y cualquiera puede salvarse o hundirse. El Valencia con el Depor, en Riazor. El Depor, que unas veces impresiona y otras defrauda y el Valencia que es un peligro para cualquier equipo.
Pero el caramelo de este fin de semana, ése que todos vamos a saborear y esperamos que con buen fútbol y goles, es el Real Madrid con el Sevilla. Los de Capello tienen que demostrar que lo del pasado fin de semana no fue sólo una goleada a uno de los últimos sino que significa mucho más. Y los sevillistas vienen de clasificarse para la final de la UEFA, para repetir título y a eso hay que añadirle, que es el único equipo de Europa que mantiene tres competiciones a la vez.
El disfrute está servido, o eso esperamos. Eso sí, al que no le guste el fútbol, hay baloncesto, motos, balonmano y mil deportes más que están igual de reñidos que el fútbol. En fin. A elegir y que pasen buen fin de semana.