Sí, el Sevilla perdió y el Espanyol ganó, así como Manchester y Chelsea. Pero no, no voy a hablar de fútbol profesional. Voy a hablarles de fútbol de cantera. Estos días se está celebrando en Antequera y Campillo, dos poblaciones malagueñas, la Copa de Campeones de España de la categoría juvenil. En concreto, son siete equipos los que se disputan el campeonato de liga juvenil de División de Honor. Los siete campeones de sus respectivos grupos: Real Madrid, Espanyol, Valencia, Las Palmas, Málaga, Celta de Vigo y Antiguoko (de San Sebastián)

La final se juega mañana domingo y la disputarán Valencia y Real Madrid, pero no crean ustedes que han llegado con facilidad. Lo que se ha vivido en estos días en Málaga no tiene nada que envidiarle al final de Liga que parece que tendremos. Se han dado cita las mejores figuras de la cantera de España y niños que ya apuntan a jugar en grandes equipos de Europa. Con decirles que Iñaki Sáez no les ha quitado ojo de encima a ninguno, ya estoy poniendo las cosas claras.

Juventud y talento que se han dado lugar en una de las citas más esperadas de la categoría. Goles de cuadro, jugadas de pizarra perfectamente ejecutadas, detalles de elegancia y seguridad en el terreno de juego. Asombraba ver como algunos parecían viejos futbolistas en el cuerpo de chavales de 17, 18 y 19 años, por su picardía, su talento, su saber cómo jugar al fútbol.

Algunos llevan toda la temporada entrenando con el primer equipo; otros, como el caso del malaguista Popo, ya ha jugado varios partidos con el Málaga en Segunda. Estos días he tenido el placer de ver a los futuros crack de la Liga, a los futuros fichajes de grandes equipos, a los que nos harán soñar y disfrutar con grandes tardes de gloria y a los que en algún momento nos harán sufrir. He tenido el placer de ver como los jóvenes canteranos de las siete mejores canteras de España, van a ponerles las cosas muy difíciles a los mayores. Suerte.