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Edición de Mª Luisa Sotelo Vázquez. Ediciones Cátadra

‘Luciérnagas’, de Ana María Matute

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En su colección Letras Hispánicas, Ediciones Cátedra viene construyendo pacientemente una indispensable biblioteca de escritores en lengua castellana, desde la Edad Media hasta nuestros días, que incluye no sólo el análisis de las distintas obras, sino también un estudio pormenorizado de la trayectoria literaria de los autores que la integran. En total más de seiscientos títulos la contemplan. El pasado mes de julio y en una edición a cargo de María Luisa Sotelo Vázquez, acaba de publicar ‘Luciérnagas’, escrita por la recientemente fallecida Ana María Matute (Barcelona, 1925-2014). Esta versión es la misma la que la escritora barcelonesa publicó en el año 1993, que reparaba los daños causados por la censura en su primera edición allá por el año 1955.

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Ana María Matute, finalista del Premio Nadal en 1947 con ‘Los Abel’, la ganadora fue la novela ‘La sombra del ciprés es alargada’ de Miguel Delibes, repitió condición dos años después precisamente con ‘Luciérnagas’. Esta vez fue José Suárez Carreño quien se llevó el galardón, que se otorga en la Noche del Día de Reyes, por su obra ‘Las últimas horas’. Como ya he señalado, ‘Luciérnagas’ tuvo problemas con la censura y no fue publicada hasta 1955, eso sí, con recortes. El censor, en su informe, dejó escrito que no debía ser autorizada su publicación porque resultaba “destructora de los valores humanos y religiosos esenciales”. Sin embargo, el propio funcionario de la tijera, destacaba ciertos aspectos de ‘Luciérnagas’, tales como “el profundo análisis de los personajes” y “la enorme fuerza descriptiva” de la narración.

‘Luciérnagas’ se desarrolla en Barcelona durante los tres años de la Guerra Civil. Nos habla de la evolución psicológica de una adolescente, Sol Roda, que transita hacia la madurez. La protagonista, que proviene de una familia burguesa acomodada, observa cómo se descompone su entorno familiar y social tras el estallido del conflicto y la situación derivada del mismo. Para Matute resultan muy importantes las vivencias infantiles. El niño que llevamos dentro, uno de los temas más recurrentes de su literatura, junto con la memoria y el mito bíblico de Caín y Abel, representado en la Guerra Civil con su corolario de crueldad, violencia y muerte, nunca muere del todo. Pero la inocencia se va perdiendo paulatinamente al descubrir el comportamiento, falso y mezquino, de los adultos. ‘Luciérnagas’ describe la relación de Sol con su hermano Eduardo y sus amigos, Chano, un joven golfillo y hábil ratero, Daniel el Bizco y Cristián, que forman pandilla. Juntos recorren los almacenes de alimentos, robando lo necesario para resistir el hambre.

María Luisa Sotelo Vázquez, que prologa profusa y documentadamente este volumen, señala que ‘Luciérnagas’ pertenece a eso que se llama una novela de formación. Narrada en tercera persona y dividida en tres partes, la primera denominada “la partida”, que comprende los seis primeros capítulos, nos presenta a Sol a través de un cuaderno propio, en el que se inscriben sus datos principales como si fuera la ficha de un expediente personal. Estos capítulos contemplan el comienzo de la Guerra Civil y el asesinato de su padre. La segunda parte, o de “iniciación”, compuesta por nueve capítulos, nos habla de los tres años de lucha en Barcelona, una ciudad aterrorizada por la constante amenaza de las bombas. La tercera y última, integrada por los tres capítulos postreros, representa el regreso de la protagonista a la casa familiar y es la constatación de que nada volverá a ser igual que siempre. La propia Sol se lo dejará bien claro a su madre: “Ya nada puede ser como antes para mí. Yo no soy la de antes, ¿comprendes?”. A Sol la Guerra le sorprende recién salida del internado de Saint Paul, un centro en el que ha pasado nueve años, los que van desde 1927 a 1936. Ella siente una tremenda admiración hacia su padre y un puntito de alejamiento de su madre, lo que en cierta manera es un reflejo de la vida de la propia escritora, para quien su padre fue “un hombre fantástico” y su madre una persona un tanto rígida, que llevaba un tipo de vida más bien absurdo.

Al igual que la protagonista, Barcelona, escenario de la peripecia, a lo largo de los tres años de lucha también se ha transformado, sumida en el caos, el hambre y la miseria y cubierta de sangre. Todas sus calles, sus plazas y sus gentes servirán para que Sol recuerde su infancia feliz, violentamente truncada por el alzamiento militar. En este sentido, la ciudad condal representa el espacio de la vida presente y también el de la pasada.

María Luisa Sotelo Vázquez también analiza detenidamente la trayectoria literaria de Ana María Matute, destacando el papel importante que en su temática ocupó la reivindicación de la fantasía como parte integrante de la realidad. Además de conocer los autores favoritos de la escritora catalana (que no revelaré aquí para no restar interés a su lectura), este amplio preliminar nos permite descubrir las pequeñas manías de la escritora catalana a la hora de sentarse a escribir. Ana María escribía con máquina eléctrica, aunque sus primeras obras fueron manuscritas en libretas, dejándose llevar por el torrente creativo del que brotaban sus palabras, para después y provista de un grueso lápiz rojo, herramienta inseparable, proceder a las correcciones pertinentes, porque como ella misma explicó en su día “pulo mucho mis libros; yo sé lo que cuesta escribir un libro, y, sobre todo, lo que cuesta que no se note ese esfuerzo”.

Es una suerte que Ediciones Cátedra haya recuperado esta novela de Ana María Matute. Y es una suerte también que incluya el estudio ya citado de María Luisa Sotelo Vázquez, que obliga a leer el volumen al revés, es decir, primero, la novela, y, después, la introducción. Uno y otro se complementan, pero para disfrutarlos ambos, en mi opinión, deben leerse con el orden alterado.

‘Luciérnagas’ de Ana María Matute. Edición a cargo de María Luisa Sotelo Vázquez. Ediciones Cátedra. Colección Letras Hispánicas. Tapa blanda; 400 páginas. Precio 10,20 euros.

‘Luciérnagas’, de Ana María Matute

Edición de Mª Luisa Sotelo Vázquez. Ediciones Cátadra
Herme Cerezo
miércoles, 24 de septiembre de 2014, 09:41 h (CET)
En su colección Letras Hispánicas, Ediciones Cátedra viene construyendo pacientemente una indispensable biblioteca de escritores en lengua castellana, desde la Edad Media hasta nuestros días, que incluye no sólo el análisis de las distintas obras, sino también un estudio pormenorizado de la trayectoria literaria de los autores que la integran. En total más de seiscientos títulos la contemplan. El pasado mes de julio y en una edición a cargo de María Luisa Sotelo Vázquez, acaba de publicar ‘Luciérnagas’, escrita por la recientemente fallecida Ana María Matute (Barcelona, 1925-2014). Esta versión es la misma la que la escritora barcelonesa publicó en el año 1993, que reparaba los daños causados por la censura en su primera edición allá por el año 1955.

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Ana María Matute, finalista del Premio Nadal en 1947 con ‘Los Abel’, la ganadora fue la novela ‘La sombra del ciprés es alargada’ de Miguel Delibes, repitió condición dos años después precisamente con ‘Luciérnagas’. Esta vez fue José Suárez Carreño quien se llevó el galardón, que se otorga en la Noche del Día de Reyes, por su obra ‘Las últimas horas’. Como ya he señalado, ‘Luciérnagas’ tuvo problemas con la censura y no fue publicada hasta 1955, eso sí, con recortes. El censor, en su informe, dejó escrito que no debía ser autorizada su publicación porque resultaba “destructora de los valores humanos y religiosos esenciales”. Sin embargo, el propio funcionario de la tijera, destacaba ciertos aspectos de ‘Luciérnagas’, tales como “el profundo análisis de los personajes” y “la enorme fuerza descriptiva” de la narración.

‘Luciérnagas’ se desarrolla en Barcelona durante los tres años de la Guerra Civil. Nos habla de la evolución psicológica de una adolescente, Sol Roda, que transita hacia la madurez. La protagonista, que proviene de una familia burguesa acomodada, observa cómo se descompone su entorno familiar y social tras el estallido del conflicto y la situación derivada del mismo. Para Matute resultan muy importantes las vivencias infantiles. El niño que llevamos dentro, uno de los temas más recurrentes de su literatura, junto con la memoria y el mito bíblico de Caín y Abel, representado en la Guerra Civil con su corolario de crueldad, violencia y muerte, nunca muere del todo. Pero la inocencia se va perdiendo paulatinamente al descubrir el comportamiento, falso y mezquino, de los adultos. ‘Luciérnagas’ describe la relación de Sol con su hermano Eduardo y sus amigos, Chano, un joven golfillo y hábil ratero, Daniel el Bizco y Cristián, que forman pandilla. Juntos recorren los almacenes de alimentos, robando lo necesario para resistir el hambre.

María Luisa Sotelo Vázquez, que prologa profusa y documentadamente este volumen, señala que ‘Luciérnagas’ pertenece a eso que se llama una novela de formación. Narrada en tercera persona y dividida en tres partes, la primera denominada “la partida”, que comprende los seis primeros capítulos, nos presenta a Sol a través de un cuaderno propio, en el que se inscriben sus datos principales como si fuera la ficha de un expediente personal. Estos capítulos contemplan el comienzo de la Guerra Civil y el asesinato de su padre. La segunda parte, o de “iniciación”, compuesta por nueve capítulos, nos habla de los tres años de lucha en Barcelona, una ciudad aterrorizada por la constante amenaza de las bombas. La tercera y última, integrada por los tres capítulos postreros, representa el regreso de la protagonista a la casa familiar y es la constatación de que nada volverá a ser igual que siempre. La propia Sol se lo dejará bien claro a su madre: “Ya nada puede ser como antes para mí. Yo no soy la de antes, ¿comprendes?”. A Sol la Guerra le sorprende recién salida del internado de Saint Paul, un centro en el que ha pasado nueve años, los que van desde 1927 a 1936. Ella siente una tremenda admiración hacia su padre y un puntito de alejamiento de su madre, lo que en cierta manera es un reflejo de la vida de la propia escritora, para quien su padre fue “un hombre fantástico” y su madre una persona un tanto rígida, que llevaba un tipo de vida más bien absurdo.

Al igual que la protagonista, Barcelona, escenario de la peripecia, a lo largo de los tres años de lucha también se ha transformado, sumida en el caos, el hambre y la miseria y cubierta de sangre. Todas sus calles, sus plazas y sus gentes servirán para que Sol recuerde su infancia feliz, violentamente truncada por el alzamiento militar. En este sentido, la ciudad condal representa el espacio de la vida presente y también el de la pasada.

María Luisa Sotelo Vázquez también analiza detenidamente la trayectoria literaria de Ana María Matute, destacando el papel importante que en su temática ocupó la reivindicación de la fantasía como parte integrante de la realidad. Además de conocer los autores favoritos de la escritora catalana (que no revelaré aquí para no restar interés a su lectura), este amplio preliminar nos permite descubrir las pequeñas manías de la escritora catalana a la hora de sentarse a escribir. Ana María escribía con máquina eléctrica, aunque sus primeras obras fueron manuscritas en libretas, dejándose llevar por el torrente creativo del que brotaban sus palabras, para después y provista de un grueso lápiz rojo, herramienta inseparable, proceder a las correcciones pertinentes, porque como ella misma explicó en su día “pulo mucho mis libros; yo sé lo que cuesta escribir un libro, y, sobre todo, lo que cuesta que no se note ese esfuerzo”.

Es una suerte que Ediciones Cátedra haya recuperado esta novela de Ana María Matute. Y es una suerte también que incluya el estudio ya citado de María Luisa Sotelo Vázquez, que obliga a leer el volumen al revés, es decir, primero, la novela, y, después, la introducción. Uno y otro se complementan, pero para disfrutarlos ambos, en mi opinión, deben leerse con el orden alterado.

‘Luciérnagas’ de Ana María Matute. Edición a cargo de María Luisa Sotelo Vázquez. Ediciones Cátedra. Colección Letras Hispánicas. Tapa blanda; 400 páginas. Precio 10,20 euros.

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