La temporada 2006-07 de la Liga ACB dio el pistoletazo de salida este fin de semana con algunas sorpresas agradables respecto a la retransmisión de los partidos a cargo de Televisión Española, la cadena que posee los derechos para retransmitir cada sábado a las 18:00 horas el partido más interesante de la jornada.

El pastel se inauguró con un vistosísimo Real Madrid-Unicaja Málaga, el duelo entre los últimos dos campeones de Liga. Con la unificación del horario, el ente público pretende crear un seguimiento continuado entre los aficionados a este deporte, fijando la tarde del sábado como el horario elegido para la retransmisión del encuentro.

No es mala hora; antes de que comience el fútbol, con quien el baloncesto jamás ha pretendido competir ni debe hacerlo y eludiendo al horario de temporadas pasadas (domingos, 19:00), que coincidía con el grueso de la jornada futbolística.

Además, la cadena sorprendió durante la retransmisión del encuentro con la incorporación de Fernando Romay como comentarista. Joan Creus se mantendrá como apoyo para Pedro Barthe, el narrador un año más, a medio camino entre el estilo empalagoso y desquiciante de Andrés Montes y la permanente pasividad de Jose Angel de la Casa.

Más novedades: se inauguró un espacio previo a pie de pista con los tres comentaristas intercambiando opiniones sobre el encuentro, y Fe López y Virtudes Fernández se encargaron de las entrevistas a jugadores y entrenadores. Incluso durante los partidos, a lo largo de la temporada se podrán escuchar las indicaciones de los técnicos a sus jugadores ya que llevarán un micrófono incorporado. Al final de los partidos, otro espacio de análisis servirá de punto y final.

Iba siendo hora de que el baloncesto fuese tratado con este mimo y aunque faltan por mejorar muchísimas cosas (publicidad, potenciar el producto en los espacios propios de la cadena, información en los telediarios de Antena 3, Telecinco...), probablemente estas pequeñas modificaciones satisfizarán a esa afición tan fiel que forman los amantes del baloncesto. Tenemos por delante una temporada de oro; toca comprobar si las retransmisiones televisivas pueden ser calificadas con el mismo adjetivo.