Sergio "Maravilla" Martínez retuvo su título de Campeón Mundial medio CMB ante el británico Martin Murray por Decisión Unánime en un combate gris para el argentino.
Martínez volvió a boxear en su Argentina natal después de más de una década, y lo hizo ante miles de aficionados que esperaban ver a uno de los mejores libra por libra en un combate memorable. Pero no fue así, y empezando por la lluvia que aguó la velada, todo comenzó a tornarse de color gris.
El inicio del combate fue dominado por un Martínez que bailaba y picaba con su jab de derecha, intentando penetrar en una cerrada guardia del inglés. Éste dijo que venía a Argentina con un plan para acabar con el reinado de "Maravilla" y casi lo consigue. Durante los primeros asaltos casi no sacó golpe alguno. Eso sí, mantuvo una guardia impenetrable en la que el campeón no conseguía entrar, aunque se apuntaba los asaltos por su mayor actividad. Conforme blocaba los golpes, el inglés se acercaba un paso más y empezó a sacar su derecha con cuenta gotas pero llegando al rostro del argentino. Su idea: bloquear y contraatacar con la derecha larga. Y surtió efecto.
A partir del cuarto asalto empezó a llegar con claridad. Sergio se quejaba de golpes irregulares y entradas con la cabeza mientras que el inglés no descomponía en su plan. Hasta que en el octavo asalto reinó el silencio en el Club Atlético Vélez Sarsfield de Buenos Aires al conectar el inglés una derecha larga al mentón de Martínez que dio con éste en la lona. El campeón se incorporó gracias al calor de su público y a su pundonor. Tocaba sufrir y lo sabía. Capeó el temporal y finalizó el asalto. En el décimo volvió a caer producto de un golpe de derecha que recibió en la nuca, pero que el árbitro no lo contabilizó como caída. Volvió a incorporarse y llegó hasta el final del evento, colocando a menos de un minuto del último asalto un golpe de izquierda que hizo daño al inglés, quien tuvo que agarrarse a él.
Al final, la victoria por tres puntos de ventaja, y la imagen en la retina de los aficionados de un "Maravilla" algo diferente a lo que tiene acostumbrado a su público. Cansado y dolorido, al parecer por una posible fisura o fractura en su mano izquierda según sus declaraciones finales, no consiguió rematar su faena y venció con muchas dudas para algunos. Aunque está claro que no fue su mejor combate, seguro que este argentino ya ha hecho méritos suficientes para que se le recuerde en la historia del boxeo.