Empezamos una semana histórica para el fútbol español. Tres de nuestros representantes han alcanzado las semifinales de las competiciones europeas, y cabe la posibilidad de alcanzar un doblete histórico: ganar la Champions y la UEFA.
En Champions tenemos el cruce estrella: Milan-Barcelona. Un auténtico choque de trenes que promete, al menos a priori, emoción, goles y espectáculo, aunque suele suceder también que estos partidos de tanta expectación terminan quedándose en nada, si bien con el Barça de por medio, esto es harto complicado.
Después tenemos a la Cenicienta, es decir, al Villarreal, a la que aún no le han llegado (y confiemos en que sigan sin llegarle) las campanadas de medianoche que liquiden su sueño. En este caso hay que agarrarse, además de a Riquelme, a esa costumbre del Arsenal de los últimos años de hacer una buena competición en general y un partido horrible en una eliminatoria que le deja fuera.
Y por último, el Sevilla, que disputa lo que tiene toda la pinta de ser la final anticipada de la Copa de la UEFA frente al potente Schalke 04, rebotado de la Champions. Aquí hay que confiar en el indomable espíritu de los de Juande Ramos, que les ha hecho llegar hasta esta ronda, si bien frente a equipos notablemente inferiores a éste.
De modo que, desde hoy y hasta el jueves toca disfrutar y sufrir al mismo tiempo, como en toda eliminatoria que se precie. Que sea para bien.