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La tendencia a la baja del euríbor se ha detenido. El índice de referencia más utilizado en España y también en Europa para calcular los intereses que los ciudadanos pagan por sus hipotecas variables se encuentra ahora mismo en una fase de estancamiento. Concretamente, a falta de un dato diario para cerrar junio de 2025, el euríbor se encuentra en el 2,081%, el mismo valor que registró el mes pasado (2,081%).
El euríbor continúa poco a poco su descenso, pero se resiste todavía a rebajar la barrera del 2%. El índice de referencia más utilizado en Europa para calcular el tipo de interés de las hipotecas variables se sitúa, a falta de solo un dato diario para cerrar el mes de mayo de 2025, en el 2,080%, tan solo 0,063 puntos porcentuales por debajo del dato de abril (2,143%).
El euríbor ha repuntado con fuerza desde el pasado viernes y a lo largo de esta semana, subiendo más de 15 puntos básicos y situándose en 2,161% a fecha del 15 de mayo. Este repunte ha coincidido con un rebaja del número de recortes descontados por los mercados de los tipos de interés a nivel global, ante el acuerdo comercial anunciado este lunes por China y Estados Unidos.
El euríbor, principal indicador que se usa para calcular el interés de las hipotecas variables, ha protagonizado un espectacular desplome durante el último año. En abril de 2024, su registro publicado en el Boletín Oficial del Estado era del 3,703%. Pero 12 meses después, su último valor oficial es sensiblemente inferior: 2,143%.
Los que tienen una hipoteca variable revisada con el euríbor de marzo han vivido un mes especialmente movido. Durante la primera semana, el valor diario de este índice se disparó, debido probablemente a la incertidumbre económica y geopolítica que azota Europa. Pero esa subida fue un espejismo: a lo largo de los siguientes días, para alivio y alegría de los hipotecados, su cotización se hundió.
“El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicará esta semana datos clave sobre el mercado inmobiliario y la evolución de la actividad económica en España, lo que servirá para analizar con mayor precisión el impacto de los tipos de interés en el sector. En este contexto, prevemos que el euríbor se estabilice a finales de febrero de 2025 en torno al 2,35%-2,40%.
Los que tienen una hipoteca variable se llevarán un pequeño chasco cuando termine enero. El euríbor a 12 meses, que es el índice con el que se calcula el interés de estos productos, cerrará el mes con un valor medio de alrededor del 2,53%, según los analistas. Por lo tanto, subirá respecto al registro de diciembre de 2024, que fue del 2,436%.
Las turbulencias en los mercados mundiales de renta fija se calmaron un poco tras conocerse los datos de inflación de EE.UU. y Reino Unido. La inflación mundial sigue siendo, en general, más alta de lo que les gustaría a los bancos centrales, pero por ahora no hay indicios de que haya retomado una tendencia alcista.
Los que se plantean contratar financiar la compra de una vivienda se topan ahora con una situación inusualmente beneficiosa: el euríbor desciende mes tras mes, lo que resulta conveniente si se tiene un tipo variable ligado a este índice, y la banca española libra una guerra comercial que está abaratando sus ofertas hipotecarias a tipo fijo. Y eso, aunque es en esencia positivo, dificulta elegir si la hipoteca debe tener un interés fijo, variable o mixto.
El mercado hipotecario se encuentra en plena fase de remontada. Pese a que todo hacía indicar que este 2024 sería el año de la estabilidad, y así lo fue durante el primer semestre, el verano marcó un punto de inflexión y ya estamos empezando a ver una mejora sustancial tanto en las cifras de contratación de hipotecas en España como en la de compraventa de viviendas en España.
Según un informe, este mes de septiembre de 2024, el precio de la vivienda usada en venta subió un 0,2% con respecto al mes de agosto, un 1% trimestral y un 6,2% en tasa interanual. Durante el mes de septiembre, 33 provincias registraron precios más altos que el mes anterior.
El euríbor a 12 meses ha cerrado el mes de septiembre por primera vez en mucho tiempo por debajo del 3%, lo que significará una bocanada de aire fresco para todos aquellos que tengan una hipoteca y les toque revisar próximamente. La buena noticia es que este no es un hecho casual y lo más probable es que veamos esta tendencia continuar.
Nunca es tarde si la dicha es buena. En diciembre de 2022, el valor mensual del euríbor a un año se situó por encima del 3% e inició una imparable escalada hasta superar el 4% en verano de 2023; su mayor cotización desde 2008. Pero casi dos años después, la situación ha dado un giro de 180 grados. Tras encadenar seis meses a la baja, este índice cerrará septiembre con un registro inferior al 3%: en torno al 2,94%.
En lo que va de año, el principal foco de atención de los mercados han sido las expectativas sobre los recortes de los tipos de interés en las principales economías, lo que a su vez ha determinado la evolución de otros indicadores clave para los ciudadanos, como por ejemplo el Euríbor, el índice de referencia para las hipotecas variables.
Todo lo que sube, baja. Hace tan solo un año, muchos hipotecados a tipo variable se tiraban de los pelos al ver que el euríbor escalaba hasta el 4,149% y que sus cuotas se encarecían en más de 250 euros. Ahora, 12 meses después, esos mismos clientes respirarán con alivio, porque este índice de referencia cerrará julio con su quinta bajada mensual consecutiva y registrará un valor medio del 3,55%.
El Euríbor ya ha recogido claramente las expectativas del mercado de una bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en junio, por lo que no debería tener un impacto significativo en la economía real, tanto en términos hipotecarios como financieros para el pequeño consumidor.
Se detectan claras señales de mejora en el horizonte en el sector de las hipotecas, a pesar de que los datos oficiales muestran que tanto las hipotecas como las compraventas tuvieron este año su peor desempeño desde marzo de 2020, año de la pandemia.
En el contexto actual, aunque las expectativas sobre el euríbor apuntan a cierta variabilidad durante mayo, no esperamos que esto se traduzca en aumentos significativos de los tipos de interés, especialmente en las hipotecas sujetas a revisión este mes.
Cada vez parece más claro que las buenas noticias para los hipotecados llegarán a partir de junio, ya que junto con los recortes de tipos del BCE se producirá una caída significativa del Euríbor. La cuestión clave ahora es el ritmo de los recortes más allá de junio, que a su vez dependerán de los próximos datos, sobre todo los de inflación.
El Euríbor se encamina a cerrar el mes de abril alrededor del 3,73%, el nivel más alto desde mediados de diciembre y prácticamente sin cambios respecto al mes pasado. Aunque los inversores continúan confiando en que el primer recorte de tipos en Europa se produzca durante la reunión de junio, los recientes repuntes de inflación en Estados Unidos han despertado las dudas sobre la velocidad de los posteriores movimientos.
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