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MADRID, 09 (SERVIMEDIA)
La Policía Nacional identificó este lunes en Madrid a una decena del centenar de activistas que habían cortado el principal acceso a la Cumbre Mundial del Clima, que se celebra en el Recinto Ferial de Ifema, durante más de media hora. Buena parte de los ecologistas, procedentes del grupo internacional de jóvenes Extinction Rebellion, eran de nacionalidad extranjera.
La protesta comenzó en un tono pacífico y festivo en torno a las 15.00 horas en una de las avenidas que dan a la entrada sur de Ifema, donde se celebra la llamada COP25 entre fuertes medidas de seguridad.
En un momento de la protesta, que se desarrollaba sin entorpecer el tráfico a varios metros de la entrada de la cubre, decenas de manifestantes echaron a correr y, seguidos del resto de activistas, ocuparon el cruce entre la avenida del Partenón y la calle Capital de España Madrid, donde se sitúa la puerta principal de Ifema.
La Policía Nacional aseguró la zona y rodeó a los activistas, a los que pidió desalojar el espacio por carecer de comunicación previa a la Delegación del Gobierno. Entre los manifestantes y los policías quiso mediar la ex diputada de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) María Carvalho, que se identificó ella misma ante la Policía.
"JUTICIA CLIMÁTICA AHORA"
Al tiempo comenzaron a llegar varias unidades de antidisturbios, aunque no cargaron en ningún momento y se limitaron a pedir a los manifestantes que no ocuparan la vía, por los que apenas circulaban vehículos más allá de los coches diplomáticos y taxis que traen a las delegaciones de los distintos países a la Cumbre.
Algunos se sentaron sobre el asfalto detrás de una pancarta en la que podía leerse 'Climate justice now!' (¡Justicia climática ahora!', traducido al castellano) mientras otros danzaban y coreaban cánticos indígenas.
Finalmente, los agentes identificaron a una decena de manifestantes que se saltaron el cordón policial para intentar ocupar otro de los carriles, aunque no pudieron. La mayoría de activistas se marcharon pasadas las 17.30 horas y los que permanecen aún están desarrollando una suerte de asamblea para determinar qué hacer, aunque son una minoría.
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