MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Científicos del Grupo de Genómica Digital del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), de la Universidad de California en San Diego y del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, comprobaron que los daños en el ADN derivados de la contaminación atmosférica podrían contribuir al cáncer de pulmón en personas no fumadoras.
Según informó este miércoles el CNIO, una cuarta parte de los casos de cáncer de pulmón se dan en personas que no han fumado nunca. Un estudio que analiza las alteraciones genéticas (mutaciones) en tumores de 871 pacientes no fumadoras de cuatro continentes apunta a la contaminación atmosférica como una de las posibles causas.
La investigación, publicada hoy en la revista 'Nature', muestra por primera vez la relación entre el cáncer de pulmón y el daño que provoca en el ADN el respirar aire contaminado.
Esta investigación está dirigida de forma conjunta por Ludmil Alexandrov, de la Universidad de California en San Diego, y María Teresa Landi, del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses. Sus primeros firmantes son Marcos Díaz Gay, jefe del nuevo de Grupo de Genómica Digital del CNIO, y Tongwu Zhang, del NCI, así como la investigadora del CNIO, Pilar Gallego García, coautora del estudio.
El consumo de tabaco disminuye en muchas partes del mundo, pero las estadísticas globales sobre el cáncer alertan de un aumento de casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado. Es un tipo de cáncer que afecta especialmente a mujeres de origen asiático, y tiende a ser más frecuente en el Este de Asia que en países occidentales.
TENDENCIA PREOCUPANTE
A este respecto, Alexandrov explicó que "observamos esta preocupante tendencia de que quienes nunca han fumado desarrollan cada vez más cáncer de pulmón, y no entendemos por qué. Nuestra investigación demuestra que la contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con el mismo tipo de mutaciones del ADN que solemos asociar al tabaquismo".
De hecho, añadió Landi, "es un problema mundial urgente y creciente. La mayoría de los estudios anteriores sobre cáncer de pulmón no diferencian entre los datos de fumadores y de no fumadores, lo que ha limitado la identificación de factores de riesgo en estos pacientes. Nuestro estudio recopila datos de no fumadores de todo el mundo, y utiliza la genómica para rastrear qué exposiciones podrían estar causando estos cánceres".
Estudios anteriores demostraron un vínculo epidemiológico entre la contaminación atmosférica y el cáncer de pulmón en personas no fumadoras, pero la nueva investigación va más allá al mostrar un vínculo genómico.
FIRMAS MUTACIONALES
El equipo analizó los tumores de pulmón de 871 personas que nunca habían fumado y vivían en 28 regiones de África, Asia, Europa y Norteamérica con distintos niveles de contaminación atmosférica. Secuenciando el genoma completo identificaron distintos patrones de mutaciones del ADN -conocidos como firmas mutacionales-, que vienen a ser huellas moleculares de exposiciones ambientales pasadas.
Combinando estos datos genómicos con estimaciones de contaminación atmosférica (basadas en la medición de partículas finas por satélite y en superficie), descubrieron que los no fumadores que vivían en entornos más contaminados presentaban un número significativamente mayor de mutaciones en sus tumores de pulmón. Por ejemplo, estas personas presentaban 3,9 veces más mutaciones relacionadas con el tabaquismo y un 76% más de mutaciones relacionadas con el envejecimiento.
Esto no significa que la contaminación provoque una "firma mutacional de contaminación atmosférica" única per se, sino que aumenta el número total de mutaciones, apuntó Díaz-Gay.
A esto agregó que vieron que la contaminación atmosférica "se asocia a un aumento de las mutaciones somáticas, incluidas las que corresponden a firmas mutacionales conocidas atribuidas al tabaquismo y al envejecimiento".
HIERBAS MEDICINALES
Los investigadores también observaron que cuanta más expuesta estaba una persona a la contaminación, más mutaciones había en su cáncer de pulmón. También presentaban telómeros más cortos -los capuchones protectores de los extremos de los cromosomas-, un signo de envejecimiento celular acelerado.
Además de la contaminación atmosférica, los investigadores han identificado otro riesgo ambiental: el ácido aristolóquico, un carcinógeno presente en ciertas hierbas medicinales tradicionales. Se encontró una firma mutacional específica vinculada al ácido aristolóquico casi exclusivamente en casos de cáncer de pulmón de taiwaneses que nunca habían fumado.
De cara al futuro, los investigadores están ampliando su estudio para incluir casos de cáncer de pulmón en no fumadores de América Latina, Oriente Medio y más regiones de África.
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