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MADRID, 06 (SERVIMEDIA)
Las personas mayores pueden obtener más beneficios para la salud jugando al golf que practicando la marcha nórdica o regular, es decir, caminar con la ayuda de bastones similares a los empleados para el esquí.
Así lo sugiere un estudio liderado por investigadores del Instituto de Biomedicina, Deportes y Medicina del Ejercicio, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Finlandia Oriental, y publicado este martes en la revista 'BMJ Open Sport & Exercise Medicine'.
Las ventajas del ejercicio aeróbico para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares están bien documentadas como parte de los esfuerzos para evitar la presión arterial alta, la diabetes y la dislipidemia (una cantidad anormal de lípidos en la sangre que causa problemas como el colesterol alto).
Sin embargo, la mayoría de los estudios relevantes han tendido a centrarse en personas más jóvenes que participan en episodios agudos de ejercicio que duran de 30 a 60 minutos a una intensidad de moderada a alta, con menos información disponible sobre el impacto del ejercicio en las personas mayores.
El golf, la caminata y la marcha nórdica son formas populares de ejercicio aeróbico al aire libre apropiadas que son seguras y de fácil acceso para muchas personas mayores.
DETALLES DEL ESTUDIO
Un equipo de investigadores de Finlandia se propuso comparar los efectos agudos de estos tres tipos diferentes de ejercicios aeróbicos en los marcadores de salud cardiometabólica en términos de intensidad, duración y gasto de energía.
Llevaron a cabo un estudio en el que participaron 25 golfistas mayores sanos (de 65 años o más) y compararon los efectos de tres ejercicios aeróbicos agudos (una ronda de golf de 18 hoyos, 6 kilómetros de marcha nórdica y una caminata de 6 kilómetros) sobre la presión arterial, la glucosa y perfil de lípidos en sangre en un entorno de la vida real.
Para el estudio, los investigadores tomaron muestras de sangre, pruebas de punción digital de glucosa en sangre y midieron la presión arterial de los participantes, mientras que los participantes también usaron dispositivos de medición de condición física para medir la distancia, la duración, el ritmo, el gasto de energía y los pasos específicos del ejercicio además de usar un sensor con una correa en el pecho para medir la frecuencia cardíaca.
Los resultados mostraron que los tres tipos de ejercicio aeróbico mejoraron el perfil cardiovascular en adultos mayores cuando se realizaron en episodios agudos, a pesar de las diferencias en duración e intensidad: la reducción de la presión arterial sistólica al caminar y de la presión arterial diastólica en la marcha nórdica.
Sin embargo, a pesar de la menor intensidad del ejercicio del golf en comparación con la marcha nórdica y la marcha, fue la mayor duración y el mayor gasto total de energía por practicar este deporte, lo que pareció afectar positivamente el perfil de lípidos y el metabolismo de la glucosa.
“A pesar de la menor intensidad del ejercicio del golf, la mayor duración y el mayor gasto de energía parecieron tener un efecto más positivo sobre el perfil de lípidos y el metabolismo de la glucosa en comparación con la marcha nórdica y la marcha”, indican los autores.
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