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MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
La Conferencia Episcopal Española (CEE) cree que la legislación “puede avanzar” en la acogida de inmigrantes o en el Estatuto de los Refugiados porque España es uno de los países con una de "las leyes más duras para conseguir estatuto de refugiado por razones de persecución política ideológica”.
Así lo remarcó el portavoz y secretario general de la CEE, César García Magán, en una entrevista en Servimedia, donde se hizo eco de la reciente apertura de ‘corredores de hospitalidad‘ en España de la mano de entidades católicas, siguiendo las indicaciones del papa Francisco. Los primeros en beneficiarse de esta iniciativa humanitaria han sido los polizones nigerianos que arriesgaron su vida en un petrolero hasta llegar a Gran Canaria y a los que se acogerá en Cáritas Madrid.
García Magán, también obispo auxiliar de Toledo, revindicó trabajar “en origen” para regular los procesos migratorios y evitar el tráfico de seres humanos, con el fin de “proteger” a esas personas y “evitar el negocio”. Por ello, remarcó, “es importante una legislación al respecto ahora” y “hay que tener en cuenta la dimensión del humanitarismo, esa dimensión de la caridad". A su juicio, la legislación española "puede avanzar todavía para ámbitos de acogida por razones humanitarias o por razones, por ejemplo, del Estatuto de los Refugiados”.
Precisamente el papa Francisco está insistiendo estos días en su denuncia de las causas que arrojan a miles de personas a dejar África durante su viaje a República Democrática del Congo y Sudán del Sur, que culmina este domingo. Entre ellas ha señalado la explotación de recursos y la violencia que vive la población civil y los colectivos más vulnerables.
En este contexto, el portavoz de los obispos españoles destacó que el Pontífice ha decidido ir "a las periferias del mundo”, a países “olvidados”, para ponerlos "en el mapamundi” y que tengan “visibilidad”. “Por ejemplo, ha nombrado cardenales a arzobispos y obispos de países donde la presencia católica es muy minoritaria y, sin embargo, ha querido que estén en el Colegio de Cardenales, como los asesores del Papa”, añadió, en detrimento de otras sedes históricas como la de Toledo.
EL PAPA Y ESPAÑA
Según esa tendencia que parece seguir el Pontífice, el portavoz de los obispos españoles no se mostró muy seguro de que Francisco visite España. Aunque “no ha dicho un no taxativo”, también ha dejado pasar las numerosas invitaciones, del Rey incluso, y oportunidades como el Xacobeo o el centenario de San Ignacio sin decir claramente que tenga intención.
Con 86 años “demasiado bien está”, prosiguió García Magán, que cree que Francisco “tiene que dosificarse”. No obstante, el obispo desmintió que el Papa esté “enfadado” o con “desapego” con la Conferencia Episcopal Española, pues cuando ha recibido a prelados españoles ha mostrado su “cariño a España” y “ha subrayado la contribución de la iglesia de España a la Iglesia universal".
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