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MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusó este lunes al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de abrir las puertas de su Gobierno al “radicalismo” contra el que “luchó” su formación en el periodo constituyente, y en esta tesitura consideró que “cualquier nuevo paso hacia el abismo es posible” porque el marco constitucional “se cuestiona” desde el poder.
En un acto sobre valores constitucionales organizado por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, Feijóo reivindicó el espíritu de la declaración de Gredos firmada por los padres de la Constitución y remarcó que la defensa de los valores constitucionales no es “privativa de nadie, ni un anacronismo, ni una nostalgia sin fundamento”.
“Sin consenso constitucional no se puede reformar aquello que es fruto del consenso”, avisó Feijóo, para denunciar a continuación que “aquellos contrincantes de la libertad” tienen “hoy un papel muy destacado”, hasta el punto de “dominar la agenda política”. “Su estilo es patente en la forma y en el fondo”, dijo.
En el fondo, se refirió a que “intentan erosionar sin descanso las bases institucionales de la democracia constitucional”. En la forma, alertó de que “sustituyen cualquier argumentación por consignas y si son consignas que generan tensión, mucho mejor”. “Como si quienes fueron democráticamente derrotados en la Transición volvieran a la carga con los mismos propósitos que tenían para no aprobar el texto constitucional”, enjuició.
“Si antes lo hacían frontalmente, ahora lo hacen de forma oblicua. Cuentan para ello con la colaboración entusiasta de los actuales dirigentes del partido de Sánchez, encabezados por el presidente del Gobierno”, denunció el presidente de los populares durante su alocución.
Opinó que se da así la paradoja de que “la misma formación que lucha en el periodo constituyente contra el radicalismo, ahora le abre a ese mismo radicalismo las puertas del Gobierno y lo convierte no solo en aliado en el Gobierno, sino que busca aliados parlamentarios que eran los que estaban en contra de la Constitución en aquel momento”.
Feijóo se despachó contra las “cesiones” del Gobierno, sobre todo teniendo en cuenta “los beneficiarios”, esto es, “en unos casos políticos que tienen un historial reciente de sedición contra la democracia” y, en otros, “partidos que provienen de movimientos terroristas que durante décadas quisieron hacer descarrilar esa misma democracia”.
“El beneficio es privado, no público”, lamentó, y enfatizó que el “derecho a decidir no rige cuando se somete al Estado de todos a cambio dictados por unas minorías”, que además no cuentan con el respaldo electoral “porque no figuraban en los programas del principal partido que sustenta el Gobierno”.
“Esto no fue votado en ningún sitio”, resaltó Feijóo, antes de reflexionar que el hecho de que asuntos como la derogación del delito de sedición no formaran parte del compromiso electoral “es un claro indicio de que se temía que produjeran un amplio rechazo”.
Además, destacó que hasta la Constitución vigente no puede hablarse propiamente de marco constitucional y avisó de que “ese marco puede romperse”. “No lo digo por lo que ha pasado ni tan solo por la gravedad de los acontecimientos que están ocurriendo, sino sobre todo por lo que puede pasar si los españoles no lo impedimos cuando nos toque decidir”, advirtió.
En este punto, argumentó que “sería un error valorar estas medidas, los cambios legales y esas leyes que desafían al sentido común de forma aislada”, porque si se adopta una visión panorámica “será fácil llegar a la conclusión de que se están intentando socavar esos valores que garantizan la convivencia y la libertad”.
“Nada es imposible. Cualquier nuevo paso hacia el abismo es posible, precisamente porque ese marco constitucional que establece los límites se cuestiona desde las mismas instancias del Gobierno”, alertó.
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