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MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Los operadores de telecomunicaciones contrajeron el año pasado a nivel mundial el crecimiento anual de sus emisiones de carbono al 2%, a pesar del crecimiento de dos dígitos en el tráfico de datos y del despliegue de infraestructuras 5G.
Así lo refleja un informe de la GSMA, la patronal mundial de las ‘telecos’ que preside el español José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica.
El número de operadores que han adquirido compromisos de reducción acelerada de emisiones ha aumentado en más del 50% durante el último año.
Un total de 49 operadores, que representan el 62% de la industria por ingresos, han anunciado que reducirán emisiones durante la próxima década, lo que supone 18 operadores más respecto a 2020. El 50% de los operadores de redes móviles se han comprometido con objetivos netos cero para 2050 o antes.
La inversión en equipos de red más eficientes y fuentes de energía con menos carbono ayudó los actores de la industria a limitar su impacto de carbono, incluso cuando las redes crecieron significativamente para satisfacer la demanda de los consumidores y el tráfico de datos aumentó un 31% el año pasado.
Para impulsar la eficiencia energética, la industria recurre cada vez más a la inteligencia artificial, el aprendizaje automático y la virtualización para optimizar el uso de energía en los equipos, centralizar los recursos de la red y evitar la calefacción o el aire acondicionado innecesarios.
Además de aprovechar las eficiencias operativas, los operadores están haciendo la transición a una electricidad más renovable, con un 18% del consumo total de electricidad procedente de fuentes renovables durante 2021, frente al 14% en 2020.
En el informe, la GSMA señala que dada la demanda de electricidad para alimentar las redes móviles, es necesario que los gobiernos creen marcos de mercado energético adecuados para que las empresas accedan a la electricidad renovable a un precio competitivo.
El director general de GSMA, Mats Granryd, expresa en el informe el “orgullo” de la industria por contribuir a la “ruta de la descarbonización” mundial, a pesar de los desafíos de nuevos despliegues de infraestructuras que tiene que acometer el sector.
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