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MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
El presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y representante de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en dicho organismo, Andrés Zamorano, tilda de “vergonzosa” la promoción del tabaco que realizan algunos ‘influencers’.
Así lo defendió en declaraciones a Servimedia en las que lamentó que, aunque la propaganda de este tipo de productos está prohibida en España, sí está permitido que estas personas “salgan fumando cigarrillos electrónicos, cuando sabemos que la nicotina es muy perjudicial para el cerebro de los adolescentes que todavía están en formación” y pueden sufrir “alteraciones de déficit de atención, de la memoria o del carácter”.
“Los niños no los deberían ver fumar”, abundó, consciente de que se trata de un negocio “legal, pero que mata a la gente y, por tanto, todas las medidas que se tomen son pocas”.
Entre dichas medidas, Zamorano tildó de “gran éxito” la futura introducción en España del empaquetado genérico, tanto para las cajetillas de tabaco, como para el tabaco de liar, que sería posible con la modificación del Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados, contemplada en el Plan Anual Normativo 2022 del Gobierno.
Tras advertir de que una cajetilla de tabaco “es una valla publicitaria ambulante”, recordó que la del empaquetado neutro es “una vieja reivindicación del CNPT”, que juzga “necesaria” dicha iniciativa “si queremos seguir avanzando en políticas de prevención y control del tabaquismo en España y hacer frente a la principal causa de enfermedad y muerte evitable”, siempre como parte de un “enfoque integral” en el abordaje de esta problemática.
AVAL CIENTÍFICO
El presidente del CNPT puntualizó que dicho empaquetado consiste en un envasado “sencillo, que no debe incorporar nada más que el nombre de la marca, un nombre de producto y/o un nombre de fabricante, sin logotipos ni otros rasgos distintivos, aparte de las advertencias sanitarias, timbres fiscales u otra información u etiquetado obligatorio”. “El tipo y el tamaño de letra son preestablecidos, así como la forma y los materiales”, agregó.
El experto explicó que la medida está avalada por “la evidencia científica y los hechos y no por las suposiciones” y cuenta con “cobertura legal internacional”, dado que está “contemplada” en las directrices de los artículos 11 y 13 del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS), referidos, respectivamente, al empaquetado neutro y a la promoción, patrocinio y publicidad de los productos del tabaco.
Entre las razones para implementarla, hizo hincapié en que permite “eliminar definitivamente la publicidad del tabaco, su principal arma comunicativa”, reduce el “atractivo” de la marca de tabaco, “hace que menos jóvenes se inicien en su consumo” y evita las “falsas creencias de que hay cigarrillos menos peligrosos”, al tiempo que “aumenta la percepción de riesgo para la salud que supone el consumo de tabaco”.
“Con el empaquetado neutro, los paquetes de cigarrillos dejan de ser un estímulo en los fumadores para seguir con el consumo”, agregó, para subrayar que España “es un país moderno y, tras haber sido referencia en 2005 y 2010, no puede quedarse atrás en el empaquetado neutro”, que ya han puesto en marcha países como Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Eslovenia, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido, Singapur o Sudáfrica, con unos resultados que “avalan”, a su juicio, “sus beneficios y efectividad”.
LA MARCA, UN PRIVILEGIO
El especialista afirmó que el uso de la marca es “un privilegio y no un derecho de los fabricantes, que debe estar supeditado al interés general de la protección de la salud” y aseveró que la introducción de este empaquetado neutro es “apoyada” por la población y por “muchas comunidades autónomas y diversas sociedades científicas, médicas, de enfermería, odontología y colegios profesionales”.
Para Zamorano, todas las cuestiones relativas a la regulación del tabaco “son urgentes”, porque el tabaquismo “produce 69.000 muertes al año” y, a su entender, “todo lo que se tarde en actuar contra él son muertes y enfermedades que no se están previniendo”. “Algo que produce tanta mortalidad, tanta letalidad, tanto sufrimiento y, además, es evitable, se convierte automáticamente en muy urgente”, espetó, para, a continuación, advertir de que el objetivo en España es rebajar la prevalencia de consumo actual, que ronda el 30%, hasta un 5%, lo que técnicamente se considera como ‘End game’.
A este respecto, valoró que el Gobierno pretenda, además, responder al aumento de nuevos componentes aromatizados con mentol que “comprometen”, según el Ministerio de Sanidad, la prohibición de aportar un aroma “característico” a los productos del tabaco, así como reducir el riesgo de “puerta de entrada en el consumo de nicotina” que suponen los productos relacionados, especialmente para el sector de la población joven.
En esta línea, Zamorano hizo referencia también a las medidas contenidas en la Declaración de Madrid del CNPT, que incluyen la ampliación de los espacios sin humo, el aumento del precio y la equiparación de la fiscalidad del tabaco y los productos derivados y “novedosos”, como el tabaco calentado y los cigarrillos electrónicos, que son, dijo, “igual de perjudiciales”, así como la puesta en marcha de campañas de publicidad “potentes, en horario prime time, en los periódicos y en los canales de los ‘influencers’”.
En paralelo, urgió a mejorar la ayuda que se presta al paciente fumador para que abandone la adicción, teniendo en cuenta que hasta un 70% de fumadores “quieren dejarlo” y, a su entender, “cuando se les ponen trabas, aumentan sus intentos de cesación”.
PLAN INTEGRAL
Con respecto al 'Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025' que preparan el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas y cuyo primer borrador se conoció en diciembre, Zamorano señaló que la aportación “estrella” del CNPT ha sido defender la necesidad de coordinar el plan desde un órgano de “gobernanza única”, dependiente del Ministerio de Presidencia “para que funcione bien”.
Junto a ello, demandó financiación “suficiente y clara” para llevar a cabo el plan y exigió que esta proceda de la industria tabaquera que es, según su criterio, “la responsable, legalmente consentida, de este problema”, sabedor de que, sin presupuesto, el plan “se quedará en nada”.
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