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MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha concluido, de manera provisional, que no es posible establecer un umbral seguro en el consumo de azúcares libres y añadidos y que su ingesta debe ser “lo más baja posible”.
Así lo ha determinado en el marco de su evaluación provisional sobre el nivel máximo de ingesta tolerable de azúcares en la dieta tras una revisión científica exhaustiva, que ha incluido el examen de casi 33.000 publicaciones científicas entre 2018 y 2020 y el estudio de unos 120 trabajos que vincularon la ingesta de azúcares con un riesgo de enfermedades metabólicas crónicas, efectos relacionados con el embarazo y caries.
Sus científicos también estimaron la ingesta de azúcares alimentarios de diferentes categorías de alimentos mediante el uso de datos de consumo estandarizados de estudios dietéticos en 25 países europeos, en los que se incluyó a 135.000 personas y, según sus conclusiones provisionales, los grupos de alimentos que contribuyeron a la mayor parte de la ingesta de azúcares añadidos y libres en los países europeos fueron el de azúcares y repostería, seguido de bebidas y productos de panadería fina en la mayoría de grupos de población.
En lactantes, niños y adolescentes, la leche y los productos lácteos edulcorados y zumos de frutas también fueron los principales elementos contribuyentes a la ingesta de azúcares añadidos y libres.
En general, las ingestas de azúcares añadidos y libres fueron más elevadas en los consumidores de bebidas edulcoradas que en los consumidores de cualquier otro grupo de alimentos no esenciales que contribuyeron “significativamente” a la ingesta en “prácticamente todos los países y grupos de población”, según la EFSA.
NIVEL MÁXIMO DE INGESTA
Con todo, los datos disponibles no le permitieron establecer “un nivel máximo de ingesta tolerable o un nivel seguro de ingesta para los azúcares alimentarios”, señaló el organismo, que ha realizado esta revisión a instancias de Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, que solicitaron que actualizara la evaluación realizada en 2010 y revisara la bibliografía científica más reciente sobre la relación existente entre el consumo de azúcares y diversas enfermedades metabólicas crónicas, como la obesidad, la diabetes de tipo 2, algunas enfermedades cardiovasculares, la gota o la caries dental.
Los países que realizaron la petición preguntaron específicamente si sería posible establecer un nivel superior de ingesta tolerable de nutrientes, para los azúcares totales alimentarios, por debajo del cual el consumo no causaría problemas de salud como enfermedades metabólicas crónicas, efectos relacionados con el embarazo y caries.
El nivel máximo de ingesta tolerable es un valor nutricional que establece el nivel máximo de ingesta diaria a largo plazo de un nutriente de cualquier origen que se considera “improbable que suponga un riesgo de efectos adversos en la salud de los seres humanos”, según precisa la EFSA, que agregó que se trata de un “umbral” obtenido de forma científica por debajo del cual el riesgo de efectos adversos en la salud de la población general es “insignificante” y por encima del cual la ingesta “ha demostrado estar asociada con efectos adversos en la salud, incluidas enfermedades”.
Aunque tras su investigación ha concluido, provisionalmente, que no es posible establecer ese umbral, su dictamen confirma, “con diversos grados de certidumbre”, la existencia de diversos vínculos entre el consumo de diferentes categorías de azúcares y el riesgo de desarrollar enfermedades metabólicas crónicas y caries dental.
El proyecto de dictamen incluye un modelo de ingesta a escala de la UE para calcular el consumo de azúcares en la dieta país por país y un “panorama más detallado” de las principales categorías de alimentos que contribuyen a la ingesta de azúcares en la dieta.
La EFSA ha lanzado una consulta pública sobre su próximo dictamen científico relativo al nivel máximo de ingesta tolerable de azúcares en la dieta, que se prolongará hasta el 30 de septiembre, y celebrará una reunión pública para debatir el proyecto de dictamen el 21 de septiembre.
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