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MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
El exlehendakari Patxi López seguirá ostentando el título simbólico de presidente más breve del Congreso de los Diputados, ya que la exministra de Política Territorial Meritxell Batet va a estar como máximo 11 días más al frente de las Cortes Generales (198 respecto a 187) de lo que hizo el político vasco en 2016.
Ambos han presidido las dos legislaturas más breves que hasta ahora ha tenido la democracia española por tener que ser disueltas ante la falta de un candidato que concitase los acuerdos necesarios para formar un Gobierno.
Tras los comicios del 20 de diciembre de 2015, López fue elegido presidente de la Cámara Baja el 13 de enero de 2016 y su mandato expiró el 18 de julio de ese mismo año, cuando se volvieron a elegir unas nuevas Cortes Generales tras la repetición electoral del 26 de junio.
En el caso de López, las Cortes Generales se disolvieron el 3 de mayo de 2016, pero siguió en este cargo hasta que Ana Pastor fue elegida en la nueva sesión constitutiva del Congreso el 19 de julio.
La elección de Batet fue el 21 de mayo y, aunque las Cortes se disuelven el próximo 24 de septiembre, mantendrá la Presidencia de la Diputación Permanente, el órgano que se encarga de asumir las funciones básicas del poder legislativo hasta una nueva legislatura que debe echar a andar antes del 5 de diciembre.
El fin del mandato de Batet todavía no está fijado porque en el decreto de convocatoria de las elecciones del 10-N se fijará la fecha de la constitución de las nuevas Cortes. De ahí que como máximo pueda ser la tercera autoridad del Estado hasta la víspera del día de la Constitución, lo que implica los 11 días de diferencia entre López y Batet.
En aplicación del artículo 68.6 de la Carta Magna, el Congreso electo deberá ser convocado dentro de los veinticinco días siguientes a la celebración de los comicios.
De acuerdo con este plazo de tiempo y con la costumbre de apurarlo, las nuevas Cortes Generales resultantes de la cita con las urnas del 10-N tienen que estar constituidas antes del 6 de diciembre, día de la Constitución española.
BLOQUEO
La Presidencia de López estuvo marcada por el inédito bloqueo a consecuencia de la irrupción en la escena política de nuevos partidos. El entonces ganador de las elecciones, el popular Mariano Rajoy, declinó el encargo del Rey de someterse a una investidura como presidente por no tener asegurados los apoyos para que fructificase.
Fue ahí cuando el segundo líder más votado, el socialista Pedro Sánchez, se sometió a una investidura fallida para que corrieran los plazos que fija el artículo 99 de la Carta Magna para una repetición de elecciones generales si los parlamentarios no dan su confianza al candidato.
Ese escenario se rememora ahora con Batet como presidenta de las Cortes Generales. El protagonista vuelve a ser Sánchez, esta vez como jefe del Ejecutivo en funciones y líder de la fuerza más votada en las elecciones generales del 28 de abril.
Al no obtener en la investidura del pasado mes de julio los votos suficientes para ser elegido presidente, se activó el mecanismo constitucional que lleva a la disolución de las Cortes el 24 de septiembre y a una nueva cita con las urnas el 10 de noviembre. Será, por tanto, la segunda vez que España se enfrente a una automática convocatoria electoral resultante de una investidura fallida de Sánchez.
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