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El enviado especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, ha mantenido este pasado sábado una conversación con el comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), Mazlum Abdi, en la que ambos han coincidido en dar pasos para consolidar la unidad del país tras los violentísimos enfrentamientos que han dejado esta semana más de 700 muertos en la provincia de Sueida, expresión de la fragmentación que todavía atraviesa el país bajo sus nuevas autoridades. Las FDS con la columna vertebral de defensa de la región semiautónoma de la Rojava siria, en el noreste del país, y aliadas de Estados Unidos en la lucha contra las células itinerantes de la organización yihadista Estado Islámico que todavía pululan en el país. También son el objetivo de Turquía, que acusa a la formación de ser la "filial siria" del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), declarada por Ankara como una organización terrorista, pero con la que ahora mismo está emprendiendo conversaciones de paz. En este complejo contexto, Barrack y Abdi han conversado sobre la actual situación de seguridad en Siria y coincidido en la "necesidad de adoptar medidas urgentes para restaurar la calma y la estabilidad" tras los combates entre milicias drusas y tribus beduinas (afines a las autoridades de Damasco) en Sueida. Asimismo, ambos han discutido "medidas prácticas" hacia la "integración en una Siria unificada de cara a un futuro pacífico, estable, próspero e integrador para todos los sirios", según un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Siria. "Ambos han acordado que "ahora es el momento de la unidad".
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