Diputados prokurdos se reúnen con el encarcelado líder del PKK antes de encontrarse el lunes con Erdogan

El grupo armado ultima su ceremonia de desarme en Irak, paso imprescindible para concretar una histórica paz con el Gobierno

Los delegados del Partido Democrático de los Pueblos de Turquía (DEM) han terminado este domingo su sexta reunión con el encarcelado líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, para intentar acelerar en la medida de lo posible su anuncio de paz y desarme publicado el pasado 12 de mayo.

El PKK, fundado en 1978 y alzado en armas seis años después, ha anunciado su disolución en lo que podría suponer la resolución de un conflicto político con el Estado turco que se ha cobrado más de 40.000 vidas.

Como en otras tantas ocasiones, la reunión ha tenido lugar en la isla prisión de Imrali, poco después de la convocatoria de una ceremonia de desarme para los próximos días en la provincia de Solimania, en el norte de Irak, en la que habrá representación del DEM.

Mañana lunes, los jefes de la delegación del DEM, Pervin Buldan y Mithat Sancar, se reunirán con el presidente Recep Tayyip Erdogan en el Palacio Presidencial a las 15.00 horas, de acuerdo con un comunicado posterior recogido por la agencia Firat.

Erdogan ha destacado que su Gobierno está observando muy de cerca la intención de desarme del PKK y ha manifestado su confianza en que el proceso se acelere una vez el grupo aporte evidencias concretas de su desarme, como espera que suceda en Solimania.

De hecho, un diputado del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ha estimado este domingo que el proceso de paz está en vías de completarse a finales de este año. Mehmet Galip Ensarioglu, legislador por Diyarbakir, ha explicado a la agencia kurda Rudaw que todo se está desarrollando "con gran transparencia y hasta la fecha no ha surgido ningún problema", por raro que parezca en este tipo de negociaciones.

La región semiautónoma del Kurdistán iraquí está desempeñando, al parecer del diputado, un papel clave en este procedimiento, como quiere demostrar la ceremonia de Solimania, donde se encuentra la "sede" del PKK. Ensarioglu ha señalado que el proceso implicará medidas recíprocas. "Por ejemplo, el Estado turco podría liberar a presos enfermos", ha explicado.