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Etiquetas:   Política

El PERTE del automóvil, en el aire

Carmen Tomás
miércoles, 26 de octubre de 2022, 08:00 h (CET)
MADRID, 25 (OTR/PRESS) El 7 de marzo del año pasado en una entrevista en "El País", el presidente del Gobierno anunció dentro del Plan de Recuperación el PERTE para el coche eléctrico y conectado. Desde entonces las vicisitudes por las que ha pasado este plan han sido numerosisímas.

De hecho, no fue hasta el 13 de julio de 2021 cuando lo aprueba el consejo de ministros. Cuatro días después se publicaría en el BOE la convocatoria para la concesión de ayudas, pero no recibirá la luz verde de Bruselas hasta el 9 de diciembre. Después, ese mismo último mes del año, se publicarían en el BOE las bases reguladoras, aunque en marzo de 2022 de nuevo en el BOE se modificaron las bases reguladoras. Un galimatías burocrático que ha culminado en un caos que está poniendo en riesgo inversiones millonarias y miles de puestos de trabajo. Y todo a pesar de que en junio pasado y en el Congreso de los Diputados el presidente del Gobierno anunció que se habían presentado 12 proyectos por valor de 12.000 millones de euros.

El fracaso del PERTE para el desarrollo del coche eléctrico y conectado es de tal calibre que está obligando al Gobierno a lanzar un nuevo plan que cuente con más ayuda por parte de Bruselas y que no acabe en la pérdida de los fondos asignados a este menester. La espantada de dos grandes productoras de automóviles ha dado la voz de alarma. Y veremos en qué queda, porque ya hemos contado aquí el mayúsculo fracaso en que se ha convertido la ejecución de los fondos europeos, los avisos que ya dado la Comisión Europea y el malestar de las empresas, que ven cómo es prácticamente imposible acceder a ellos.

Resulta increíble que la ejecución de unos fondos que deberían servir para poner a España de nuevo en el ranking de países modernos y digitalizados se esté convirtiendo en una pesadilla por ineptitud, mala gestión y excesiva burocracia. Y lo es más aún en un sector que es el primer productor de vehículos industriales y segundo de automóviles de la Unión Europea y el noveno del mundo y que representa el 10% del PIB nacional y el 9% del empleo.

Cierto que ha pasado años duros por la pandemia y la crisis de suministros, pero que ha sabido capear el temporal con medidas laborales y económicas y que espera ir recuperando la normalidad a lo largo de los dos próximos años. Es urgente que el gobierno encuentre una solución para que muchas regiones de España no vean truncadas sus esperanzas de recibir inversión y empleo, como se les había prometido durante tantos meses de presentación de este plan, y no acabe todo en un gran plan de propaganda como ha ocurrido ya en otros casos.

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