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Etiquetas:   Política

Test para saber si Casado llegará a la meta

Fernando Jáuregui
domingo, 21 de noviembre de 2021, 08:01 h (CET)
MADRID, 20 (OTR/PRESS)Usted, yo, cualquiera, hemos hablado con mucha gente que vota al Partido Popular, que piensa que es una alternativa razonable, "cuando sea", al Gobierno de Pedro Sánchez, y que este 'cuando sea' puede ser bastante antes de ese 2023 oficialmente previsto y anunciado. Y usted, yo, cualquiera, hemos escuchado a gentes 'muy peperas' quejarse amargamente de que el partido, con guerras intestinas que nadie parece comprender muy bien, "se está pegando constantemente tiros en el pie". Puede, empero, que esta semana próxima asistamos a episodios de reconducción de las aguas hacia terrenos menos pantanosos e insalubres. Estamos ante un verdadero test para saber si Pablo Casado logrará llegar con bien a la final frente a un Pedro Sánchez que hace cualquier cosa menos mostrarse abrumado por los problemas que le aquejan, que nos asedian a todos los ciudadanos.

Ojo, que no digo que yo posea las preguntas infalibles para el test de 'gobernabilidad' futura de esta loca política española, tan imprevisible. Pero sí le puedo asegurar que las cuestiones que siguen son las que escucho en mis viajes, en mis entrevistas, en las conversaciones por la calle, en las cenas de amigos y no tan amigos.

La primera cuestión es, claro, si por fin el PP va a ceder, a cambio de contrapartidas, a la renovación del Consejo del Poder Judicial. Parece que sí, que la muralla 'sanchista' abre algunos huecos y que esa renovación, que está a punto de cumplir tres años escandalosamente pendiente, va a producirse pronto, en los próximos días. Confiemos en que no con el mismo secretismo y similar encanallamiento político a como se hizo la del Tribunal Constitucional. Y esperemos que sin dejar el habitual rastro, tan cainita, de vencedores y vencidos.

Segunda pregunta: ¿de verdad se va a sancionar a alguien tan incómodo como Cayetana Alvarez de Toledo por haber votado en contra de las consignas de la dirección de su partido en la votación (teóricamente secreta) de los nuevos magistrados del TC? La ex portavoz 'popular' en el Congreso siempre puede alegar que votó en conciencia mientras sus compañeros lo hacían 'tapándose la nariz', como más de uno dijo, tanto en el PP como en el PSOE y Podemos, ante un trágala vergonzoso.

Tercero: ¿hay alguien que no esté convencido, en el mundo más 'cafetero' del PP, de que Isabel Díaz Ayuso, tampoco muy cómodo personaje por cierto, es un activo, y no una rémora? ¿Que es ella quien debe presidir el PP madrileño y que poco importa si el congreso regional se celebra en enero o en marzo? Pues, si es así, ¿a qué viene tanta estúpida escaramuza, propiciada por personajes secundarios? ¿Será que la señora Díaz Ayuso está corriendo el riesgo de morir de éxito, que es algo de lo que deberían avisarla sus asesores?

Y cuarto. ¿Está bien asesorado Pablo Casado? Debería el presidente 'popular' tomarse unas horas de descanso y reflexión, en medio de tanto viaje frenético a terrenos que pisa levemente antes de marchar a otra parte? Creo, por concretar, que las atribuciones dadas al secretario general son excesivas y la política 'testicular' de este no es ahora la más conveniente.

Estoy convencido de que Pablo Casado seguirá siendo el principal oponente, dentro de unos meses, a un Pedro Sánchez al que se le multiplicarán los problemas, y uno de ellos, acaso el menos serio, pero con todo importante, se llama Yolanda Díaz. De la misma manera que es patente que Ciudadanos ha dejado de ser un riesgo, y una oportunidad, para el PP: el partido centrista se ha reducido a apenas tres nombres destacados y admirables, como los vicepresidentes de los gobiernos andaluz y castellano-leonés, y casi pare usted de contar. Así las cosas, la principal cuestión será saber si los votantes del PP de Casado logran superar sus reticencias ante Vox, sin duda necesario en un futuro para que la derecha forme gobierno.

Si Casado gira en sus planteamientos de 'no a todo', tiende manos al ya sé que intratable Sánchez --es la política, qué le vamos a hacer-- y controla los ardores guerreros de algunos en la sede de Génova, impidiendo 'maniobras orquestales en la oscuridad', por ejemplo contra Díaz Ayuso y su entorno, estoy convencido de que acabará viendo los frutos de tal viraje. No le queda mucho tiempo: debería aprovechar ya hasta la clausura, este domingo, del congreso andaluz del PP en Granada, todo, ya. Lo demás, seguir filtrando desde la propias filas presuntos golpes de estado contra Ayuso, o de Ayuso contra Casado, por cierto sin aportar nunca la más mínima prueba --creo que no las hay--, es seguir con la acreditada táctica de suicidio por capítulos, pegándose hoy tiros en el pie, mañana en las manos, en... ¿Va a superar Casado el test, no tan difícil, de la supervivencia?

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