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Etiquetas:   Política

Hace un año de aquello, cuando empezó el Gran Cambio

Fernando Jáuregui
jueves, 7 de enero de 2021, 08:00 h (CET)
MADRID, 6 (OTR/PRESS)Creo que volver la vista atrás es, de cuando en cuando, saludable. Repasar lo que se ha hecho bien o mal. O lo que no se ha hecho. El 7 de enero del nefasto año 2020, Pedro Sánchez resultaba investido presidente del Gobierno gracias a la mayoría de fuerzas que conocemos. Era la misma 'alianza de la moción de censura', una alianza que el propio Sánchez se había encargado, por activa y por pasiva, de decirnos que no era conveniente, porque el que luego iba a resultar ser su principal aliado en el Gobierno de coalición no era 'de fiar'. Ahora se puede decir de todo sobre lo ocurrido en estos doce meses... excepto que no haya ocurrido nada. Simplemente, por unas u otras razones, que no hablo solamente de la pandemia, sucede que nuestras vidas han cambiado en múltiples aspectos, y no estoy seguro de que siempre haya sido con nuestra anuencia. Y conste que no estoy culpando al hace un año investido de todo cuando nos ha afectado en este año horrible, aunque sí de algo: en todo este tiempo casi nunca nos ha dicho la verdad.

Pensaba yo este miércoles, viendo por televisión la retransmisión de la Pascua Militar y el discurso del Rey a sus camaradas de armas, en cuántas tradiciones, costumbres y cosas que parecían asentadas han estallado en mil pedazos. Hace un año, en esta misma fecha, muy pocos cuestionaban seriamente el papel de la Corona en la vida institucional ni, por supuesto, se cuestionaba la propia Constitución, más allá de los que proclamaban --y proclamamos-- la necesidad de introducir algunos cambios en la misma. Ni, desde luego, se hablaba de la voladura controlada del 'espíritu del 78': pensábamos, liviano pensamiento, que ese espíritu del pacto constitucional seguía vigente.

Hace un año, la polémica en torno al poder Judicial tenía lugar como con sordina, no se había sacado adelante la controvertida actual ley de Educación y parecía matizada, que no terminada, la amenaza de la secesión en Cataluña con la promesa de una 'mesa de diálogo' con el entonces president de la Generalitat, Quim Torra; idea, la de la mesa, que hoy parece volatilizada, como el propio Torra, mientras los tambores de guerra de unas elecciones autonómicas resuenan con fuerza. Y ¿quién hubiese imaginado hace un año que una especie de 'coalición dentro de la coalición', entre Unidas Podemos, Esquerra Republicana de Catalunya y Bildu, iba a ser decisiva para la aprobación de los Presupuestos y probablemente para otras muchas cosas de la gobernación en el futuro inmediato?

Hace solamente un año, en aquella jornada de investidura que casi coincide con las cabalgatas de los Reyes Magos --este año no las ha habido-- y que tanto iba a cambiar nuestras vidas, éramos un país casi despreocupado, que crecía económicamente más que su entorno europeo, aunque ya hubiese algunas señalas de alarma. Estábamos lejos de sospechar lo que iba a ocurrir con el padre del Rey, Juan Carlos de Borbón y, claro, muy lejos de intuir la que nos venía encima en el orden y en el desorden sanitario. No sabíamos que éramos felices ni que íbamos a perder buena parte de esa felicidad, y a unas decenas de miles de compatriotas, al cabo de pocos meses.

Todo esto, y mucho más, ha pasado en este año desde que Sánchez quedase investido en el Congreso, listo para formar el primer Gobierno de coalición en ocho décadas de Historia. Y qué coalición, Señor. Pues eso: que la carrera hacia quién-sabe-dónde empezó aquel 7 de enero de 2020, día siguiente al de los Reyes Magos y la Pascua Militar, que se desarrolló de manera tan normal. Y lo curioso es que, menciones a la pandemia aparte, el siempre correcto discurso del Monarca ha sido este año bastante similar al del año pasado --no así el de la ministra de Defensa, que ha hecho alusión a algún problema candente en el ámbito castrense, como el lamentable 'ruido de sables oxidados'--. Bien está querer aparentar que la normalidad es el signo de los tiempos que corren. Lo malo es, y a esta mirada retrospectiva a hace exactamente un año me remito, que eso está muy lejos de ser así. Y ya va siendo hora de reconocerlo oficialmente, no vaya a ser que la anormalidad nos golpee también este 2021 y tengamos que seguir fingiendo que aquí no pasa nada, que esa anormalidad es de lo más normal.

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