Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas:   Política

Incertidumbre

Antonio Casado
jueves, 5 de noviembre de 2020, 08:01 h (CET)
MADRID, 4 (OTR/PRESS)Dice un comunicador en vísperas de las elecciones presidenciales norteamericanas: "Todo es imprevisible, excepto la fecha". Y así está siendo, hasta el momento de escribir este comentario, cuando han pasado ya horas desde que comenzó el recuento de los votos y aún no sabemos quién ocupará la Casa Blanca en los próximos cuatro años.

En gran parte, a causa del voto por correo. Ha sido masivo a causa de la pandemia (más que el presencial). Pero esas papeletas se han convertido en un semillero de conflictos, pues los plazos para el recuento no son homogéneos en todos los estados. En muchos no solo puede iniciarse una vez cerrado el voto presencial.

La incertidumbre como madre de todas las desgracias en los tiempos que corren. Aquí y allí. Ya se nos había advertido de que el proceso no terminaría con la noche electoral propiamente dicha, y que sería largo, penoso y aquejado de continuos sobresaltos en la adjudicación de los votos electorales (sistema mayoritario), bajo la negra sombra de las intolerables sospechas de fraude anticipadas por Donald Trump para curarse en salud si los resultados le eran adversos. Ya ha reiterado su amenaza de impugnar los resultados si no resulta ganador.

Ahí estamos. Y eso ya es suficiente como para que la espera del desenlace, aún incierto, no impida constatar el mal favor que su propio presidente hace a la imagen de EE UU. Si se proclamase ganador indebidamente trasladaría a la calle la polarización que tienen fracturado al país. En ese sentido se hacen apuestas sobre los límites de su osadía, ya rebasados con la petición de paralizar el recuento por reiteración de sospechas en el recuento de los votos por correo.

Sólo podemos constatar el minuto y resultado en los estados donde ya han quedado adjudicados los votos "electorales" , de momento favorable a Biden. Pero lejos de alcanzar los 270 necesarios para proclamarse ganador. Las espadas siguen en alto. Lo cual no impide renovar la apuesta europea por un retorno de EE UU a la cooperación internacional, el sentido común en la gestión de la pandemia y el respeto al funcionamiento de la democracia representativa.

Aún no sabemos si el "no" a Trump habrá bastado para otorgar la victoria a Biden. No por afinidad al candidato demócrata sino por aversión al republicano, que es pulsión generalizada entre los que vivimos a esta parte del llamado mundo civilizado. En Europa se le ve como un líder reñido con la democracia representativa, la libertad de mercado y el respeto a los derechos humanos. Lo vemos en el proteccionismo comercial, los ataques a la concepción multilateralista del mundo, su xenófoba política migratoria, su nacionalismo primario, el matonismo de sus modales y su machismo trasnochado.

Para sostener eso, no hace falta conocer el desenlace.
Noticias relacionadas

Buscan un pagafantas

Sanidad da alas a la picaresca

Mascarillas

Lo particular y lo general

Derroche y contaminación

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris