Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas:   Política

Los que peor lo están pasando

Rafael Torres
martes, 24 de marzo de 2020, 08:01 h (CET)
MADRID, 23 (OTR/PRESS) Mal lo está pasando todo el mundo, literalmente todo el mundo, pero aquellos que ya venían pasándolo mal de antes, son los que peor lo están pasando. Y por una vez, no es una razón económica la que determina el mayor sufrimiento, sino otra, la de la edad. Como si nuestros ancianos no hubieran sufrido bastante en la vida, el destino les ha deparado en el último tramo un broche de insoportable dolor. Se van a cientos, a miles, como si nunca hubieran estado aquí, tal es la soledad en la despedida.

Entre mal y muy mal lo está pasando todo el mundo, pues aun los que disfrutan en su confinamiento de amplias y confortables casas, y de jardines reventando en ésta primavera que sólo visita esos jardines, viven con el temor de que el virus se les cuele por cualquier rendija, pero a quienes peor lo están pasando, los viejecillos que mueren entubados en las UCI o en el indescriptible desaparecedero de un asilo, de una residencia de ancianos, parece que se les regatea el papel principal en este drama que tiene tantos actores, ciertamente, como criaturas hay en el mundo.

Todos lo pasan mal, así los que gozan de una libertad de movimiento que más parece el borde de un precipicio, como los que se ven privados de ella entre las cuatro paredes que no contienen en la mayoría de los casos el edén de ocio y de concordia familiar que pintan los reportajes de prensa y de la televisión. A todos se les ha tornado marrón la vida, extramuros a los sanitarios que caen como cae en la guerra la vanguardia, malheridos por el contagio o por la impotencia, a los camioneros que transitan por carreteras fantasmales sin el consuelo de un café caliente o de una ducha, a los guardias, a los empleados del súper, de la farmacia o de la panadería, a los repartidores, a los taxistas, e intramuros a los trabajadores de todas clases súbitamente sin empleo, a los niños estabulados, a la gente mayor que vive sola entre sus recuerdos, a los jóvenes que ven pasar de largo la primavera, a todo el elenco al que se le ha entenebrecido la existencia, pero a los actores principales, a los ancianos estrangulados por el virus, parece no reconocérseles el superior y dramático rango, y quedan amontonados en el parte de cada día en la fosa común de un número más y más creciente.

Todos lo están pasando mal, pues a todos amenaza o hiere la flecha envenenada, pero los que peor lo están pasando son esos asaeteados sansebastianes que están recibiendo la última en una soledad indescriptible.

Noticias relacionadas

Buscan un pagafantas

Sanidad da alas a la picaresca

Mascarillas

Lo particular y lo general

Derroche y contaminación

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris