Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas:   Política

La revolución del CIS y la desesperación de la derecha

Pedro Calvo Hernando
miércoles, 6 de marzo de 2019, 08:01 h (CET)
MADRID, 5 (OTR/PRESS) Los resultados del barómetro del CIS de febrero han supuesto una verdadera revolución política en España, que ha hecho saltar los límites del disgusto y de una cierta desesperación de la derecha en sus tres versiones. La verdad es que la derecha se ha pasado y se sigue pasando, hasta el punto de incurrir en reacciones desorbitadas y gravemente ofensivas contra el CIS y su director José Félix Tezanos, especialmente por parte de Pablo Casado, presidente del PP. La ofensiva de la derecha contra el organismo, su director y el presidente del Gobierno se descalifica por sí misma, al no basarse en ninguna razón que tenga el mínimo peso para considerarse digna de ser tenida en cuenta.

Es descalificar por descalificar, circunstancia que lo normal es que se vuelva en contra de los descalificadores. Tengo la impresión de que las reacciones de la derecha pueden originar un aumento de la distancia electoral entre el PSOE y los demás partidos, sobre todo los del trío derechista. Esto es solo una impresión mía, naturalmente, pero dentro de menos de cuatro semanas saldremos de dudas, cuando se publiquen los datos del próximo barómetro, a principios de abril. Por supuesto, desde la derecha no se ha producido ni el más mínimo gesto de aceptación de motivos o razones que expliquen los resultados que hemos conocido hace unos días.

Hay solamente un motivo que legitimaría algo la reacción de la derecha que comento: se trata de la desesperación provocada por unos resultados que convierten en muy problemáticas las posibilidades de una modificación del panorama electoral que suponga una grave marcha atrás del PSOE, aunque no puedan descartarse modificaciones que reduzcan las distancias que se reflejan en el sondeo de febrero entre la izquierda y la derecha, con un 10% nada menos de ventaja en favor de la primera, y además sin contar lo que puede pasar con el PNV y los independentistas, en el probable caso de que a la hora de la verdad apoyaran a Pedro Sánchez el día de la investidura.

Del sondeo del CIS se desprende también que la subida de la emergente Vox es mucho menor que la que se produjo en las elecciones de Andalucía, lo que podría significar que lo sucedido en esa región no tenga por qué repetirse en las generales del Estado. Aquí entra en juego, o puede entrar, el tema de los espejismos políticos en la siempre cambiante realidad electoral cuando atravesamos una larga etapa de vaivenes político-electorales. Se me dirá que eso podría producirse en favor de Vox. Podría... pero no parece muy probable. Recordemos que en los comicios andaluces (2 de diciembre) ni el PSOE ni Pedro Sánchez habían alcanzado grandes ascensos sino lo contrario.

Hay que considerar, además, la muy probable posibilidad de que a Sánchez y sus colaboradores les siga favoreciendo -por contraste con los líderes de la derecha- ese comportamiento político infinitamente más respetuoso de que hacen gala, por mucho que se les noten las ganas de responder a los de la derecha con su mismo lenguaje. Si hicieran tal cosa, seguro que Pedro Sánchez y los suyos serían inmediatamente castigados por la opinión pública convertida muy pronto en la opinión votante en las urnas. Ocurre que el comportamiento de los líderes derechistas ha llegado demasiado lejos como para dar marcha atrás de pronto: entre otras cosas, no se lo creería nadie.

Los casi dos meses que faltan para el 28 de abril no podemos saber si es poco tiempo o si es mucho tiempo, a los efectos de un posible y significativo cambio para peor en las expectativas del PSOE y la izquierda en general... además de que sucede lo mismo si miramos al posible aumento de sus posibilidades electorales, volviendo la oración por pasiva. Dos meses pueden ser como un soplo o como una eternidad, por lo cual mejor que seamos cautos y no nos pasemos de rosca al ponernos a fabricar análisis políticos y cálculos electorales.

Noticias relacionadas

Buscan un pagafantas

Sanidad da alas a la picaresca

Mascarillas

Lo particular y lo general

Derroche y contaminación

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris