Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La Cosa Pública
Ekain Rico

Katrina II

|

Si el miércoles la situación creada en Nueva Orleáns bien parecía una película de ciencia ficción, hoy, domingo, la calificación debiera ser de trágica.

Trágico es todo lo que está sucediendo. Hombres y mujeres que, sin la cobertura de un estado social, lo han perdido absolutamente todo. Niños que, sin un programa de seguridad social, llevan más de tres días sin ser alimentados. En fin, ciudadanos doblemente víctimas. Golpeados por las inclemencias del tiempo y, por si fuera poco, rematados por el mismo capitalismo salvaje que elevó a Bush a los altares.

Todos hemos visto las imágenes en nuestros televisores. Los saqueos se reproducen de un lado a otro de la ciudad. Pero ¿alguien ha visto que aquellos pobres hombres y mujeres se llevaran otra cosa que no fuera ropa y alimentos? En ninguna de las imágenes servidas por los medios de comunicación, he logrado encontrarme con el expolio de un aparato de música o una televisión último modelo.

Sin embargo, en EEUU, todo está claro. La Guardia Nacional tiene orden de disparar contra aquellos que se permitan, el horrible privilegio, de procurar la supervivencia de los suyos, a costa de las pobres multinacionales alimenticias que costean las campañas electorales de aquellos políticos que ahora las protegen.

Vergüenza, indignación, asco y repulsa son las sensaciones que me recorren el cuerpo al ver al presidente de los USA, rodeado de su papá y el amiguito de la Lewinski, pedir a sus compatriotas que se rasquen el bolsillo para otorgar caridad a las víctimas de Katrina y, en mayor grado, de la propia administración Bush.

Ese es el problema. Allí donde la justicia social no existe, la ayuda a quien la necesita, en vez de ser una obligación moral, no deja de constituir una mera dádiva que otorga puntos para entrar en el cielo, al igual que apalear homosexuales, considerar asesinas a quienes deciden abortar o permitir la reelección de Bush.

Katrina II

Ekain Rico
Álvaro Peña
domingo, 4 de septiembre de 2005, 22:20 h (CET)
Si el miércoles la situación creada en Nueva Orleáns bien parecía una película de ciencia ficción, hoy, domingo, la calificación debiera ser de trágica.

Trágico es todo lo que está sucediendo. Hombres y mujeres que, sin la cobertura de un estado social, lo han perdido absolutamente todo. Niños que, sin un programa de seguridad social, llevan más de tres días sin ser alimentados. En fin, ciudadanos doblemente víctimas. Golpeados por las inclemencias del tiempo y, por si fuera poco, rematados por el mismo capitalismo salvaje que elevó a Bush a los altares.

Todos hemos visto las imágenes en nuestros televisores. Los saqueos se reproducen de un lado a otro de la ciudad. Pero ¿alguien ha visto que aquellos pobres hombres y mujeres se llevaran otra cosa que no fuera ropa y alimentos? En ninguna de las imágenes servidas por los medios de comunicación, he logrado encontrarme con el expolio de un aparato de música o una televisión último modelo.

Sin embargo, en EEUU, todo está claro. La Guardia Nacional tiene orden de disparar contra aquellos que se permitan, el horrible privilegio, de procurar la supervivencia de los suyos, a costa de las pobres multinacionales alimenticias que costean las campañas electorales de aquellos políticos que ahora las protegen.

Vergüenza, indignación, asco y repulsa son las sensaciones que me recorren el cuerpo al ver al presidente de los USA, rodeado de su papá y el amiguito de la Lewinski, pedir a sus compatriotas que se rasquen el bolsillo para otorgar caridad a las víctimas de Katrina y, en mayor grado, de la propia administración Bush.

Ese es el problema. Allí donde la justicia social no existe, la ayuda a quien la necesita, en vez de ser una obligación moral, no deja de constituir una mera dádiva que otorga puntos para entrar en el cielo, al igual que apalear homosexuales, considerar asesinas a quienes deciden abortar o permitir la reelección de Bush.

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto