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El Rayo Vallecano salvó un punto. O mejor dicho, se lo regaló su rival, el Sevilla. Dos penaltis marrados sin intervención del guardameta y una imagen impotente del cuadro andaluz que no parece dar con la manera de golear.
Salió el Sevilla desde el inicio con una vocación claramente ofensiva. Manu del Moral ganaba la partida en la banda a Tito que, junto a Amat y Casado, se exprimieron al máximo para hacer impenetrable la poco poblada zaga de los vallecanos.
Con la única variante de Lass por Piti con respecto al once que venció en el Villamarín, al Rayo le costó carburar en los primeros minutos. Un incesante Sevilla se encontró un penalti de Amat que Negredo estrelló en la cepa del poste. Era la primera y más clara ocasión desperdiciada por los de Míchel.
El penalti despertó a los soldados de Jémez. Léo destacó entre los rayistas y, según se acercaba el descanso, el Rayo ganó terreno al cuadro andaluz, que intentaba sorprender por los extremos con peligrosas internadas de Navas.
El segundo perdón
El segundo acto comenzó con la misma brega con la que acabó el primero. Partido equilibrado que ni la frescura de los debutantes Rubén Ramiro -por los vallecanos- y Álex Rubio -por los visitantes-, logró desatascar.
El Rayo volvió a acusar problemas en la salida de balón ante presión. Casado cometería un error que terminaría con su portero expulsado al intentar detener un mano a mano. Negredo se negaba a redimir su error, y Rakitic tomó la responsabilidad para sumarse al fallo del vallecano y mandar el balón por línea de fondo.
Reconstruyó líneas Jémez con la entrada de Gálvez y propuso una táctica conservadora que anuló por completó la inoperancia ofensiva del Sevilla, que perdía a Spahic conmocionado por un golpe en la cabeza con Botía.
La grada sostenía y el Rayo aguantaba un resultado que le mantenía invicto para restar un punto más hacia la permanencia. Todo lo contrario que el equipo del Nervión, incapaz de llevarse los tres puntos cuando las cosas no podrían haber estado más a su favor durante los noventa y seis minutos que duró el partido.
Sala de prensa | |
Paco Jémez (Entrenador del Rayo Vallecano) "El equipo tiene buena dinámica. lo que nos está pasando es positivo" "El Chori entiende el juego y las decisiones que hay que tomar. Cada día está mejor" "No tengo ningún reproche hacia los jugadores. Puntualmente, cuando alguien puede dar más lo pido, soy exigente" " Nicki no ha tenido la suerte del gol todavía. Trabaja mucho en cada jugada" | Míchel (Entrenador del Sevilla FC) “Nos ha faltado definición" "Hemos hecho lo que teníamos que hacer excepto lo más importante que es el gol" "A veces pasan estas cosas. hemos dominado pero cuando pasen cinco meses nadie se va a acordar de esto. hemos empatado" "No hemos sufrido defensivamente" "Un punto nunca sabe a derrota" |
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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