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El insaciable Cristiano Ronaldo amenaza el objetivo de la Selección de plantarse en su tercera final de manera consecutiva en cuatro años

España busca el paraíso vía Portugal (20:45)

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Alineaciones probables
Portugal: Rui Patricio; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves, Coentrao; Raúl Meireles, Miguel Veloso, Joao Moutinho, Nani; Cristiano Ronaldo y Hugo Almeida.

España: Casillas; Arbeloa, Ramos, Piqué, Jordi Alba; Xabi Alonso, Busquets; Silva, Xavi, Iniesta; y Cesc.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía).

Datos: Estadio Donbass Arena de Donetsk, Ucrania. Miércoles, 27 de junio de 2012 a las 20:45 horas. Retransmitido por Telecinco.
El paraíso no es un escenario sencillo de alcanzar. No es suficiente con exponer esperanzas. Cuesta tanto esfuerzo como un enorme sufrimiento. España está a noventa minutos de disputar su tercera final consecutiva en cuatro años. Deberá superar un escollo más antes de aguardar a Alemania o Italia. Su siguiente cumbre a coronar es el Portugal de Cristiano Ronaldo. La expedición será tan compleja como formidable será el grado de satisfacción en caso de ganar. La estadística asegura que España nunca se despeña cuando pisa estos terrenos tan abruptos en una Eurocopa: tres semifinales y tres finales. Completar este póquer exigirá una España firme en su juego de toque, en el control del encuentro y en su eficacia anotadora. Y más: contrarrestar el cansancio, encontrar mayores vías de profundidad en ataque y, especialmente, frenar a Cristiano Ronaldo, un artista en erupción, en modo devorador.

España es una pieza codiciada por todos los grandes futbolistas. Más todavía cuando estará en escena un futbolista como Cristiano Ronaldo. El delantero portugués -con tres goles en esta edición y a falta de un gol de igualar el récord de 22 tantos en un Campeonato de Europa, incluyendo fase de clasificación, en manos del turco Hakan Sukur y del danés Jon Dahl Tomasson- sabe que un triunfo sobre España aumentaría su cotización hacia el Balón de Oro y hacía ese encuentro final, donde saldar esa amargura que aún le corroe internamente desde aquella derrota ante Grecia en la Eurocopa de Portugal. Su meta es complicada: España no recibe un gol en eliminatorias desde 2006 (Francia ganó 1-3 en el Mundial de Alemania). Y, en esta edición, sólo Di Natale ha conseguido superar a un Casillas que está a una victoria de convertirse en el primer futbolista que suma 100 victorias con una selección.

Portugal no es sólo Cristiano Ronaldo
España, aunque parezca lo contrario, no mide sus fuerzas únicamente contra Cristiano Ronaldo. No habrá ningún plan especial de defensa sobre el 'siete'. Enfrente también estará un bloque sólido, bien conjuntado en defensa y ataque. Diez hombres que no sólo ayudan a su estrella, sino que ellos también son resolutivos para decantar un encuentro. Portugal es más que Cristiano Ronaldo. Lo que sucede es que el astro portugués eclipsa al resto de la tropa. El grupo, entrenado por Paulo Bento, se caracteriza por un sistema trenzado en base a una fuerte presión defensiva, con dos rápidos y habilidosos carrileros –Joao Pereira, nuevo refuerzo del Valencia, y Coentrao-, dos férreos marcadores (Pepe y Bruno Alves), una medular donde se alterna presión (con los incombustibles Veloso y Meireles) y toque (Moutinho). Arriba, aparte de Cristiano Ronaldo, un escurridizo Nani y un tanque para fijar defensas y hacer el trabajo sucio como Hugo Almeida, el reemplazado del lesionado Helder Postiga.

Como buena previa de España, a ésta no la abandonan los debates. Todo apunta a que Del Bosque repetirá su esquema tradicional, quedando la duda de siempre, pero con más alternativas: delantero centro con Llorente (jugó ante Portugal en Sudáfrica), como sucedió en Sudáfrica, recuperación de Fernando Torres o reafirmación del nueve de incógnito con Cesc. Tampoco habría que descartar otra opción: refrescar el centro del campo con futbolistas como Pedro o Cazorla en detrimento de Silva. Porque el resto de la estructura es inamovible. No se negocia. No hay debate posible. Ni en el doble pivote con Xabi Alonso y Busquets ni en la creación con Xavi e Iniesta. El otro tema a debatir es el cansancio: ¿han tenido días suficientes o no de recuperar energías? Enfrente, el adversario luso, ha tenido dos días más, aunque tampoco están sobrados de vitaminas: el mismo once en los cuatro partidos anteriores y escasa rotación.

Este dato apunta a que Portugal cuenta con un once estable, donde todos se conocen y saben fielmente cuáles son sus funciones. Más o menos como España. La diferencia estriba en que España no debe demostrar nada, y sí Portugal, cuyos futbolistas no conocen cómo hay que moverse en estos terrenos de tanta exigencia y presión. Por esto mismo, y porque se sienten cómodos, no dudarán en olvidarse de gobernar el balón. Ellos se mueven mejor al contragolpe, donde está su baza con Cristiano Ronaldo. España, por consiguiente, aunque aterriza en un buen momento deberá estar atento a esta circunstancia, amén de acudir fielmente a su cita con el juego de toque y control y potenciar su presencia ofensiva o, al menos, exhibir el mismo grado de pegada que ante Francia. Eso y más, porque España está a las puertas de acceder al paraíso vía Portugal.

España busca el paraíso vía Portugal (20:45)

El insaciable Cristiano Ronaldo amenaza el objetivo de la Selección de plantarse en su tercera final de manera consecutiva en cuatro años
Rafael Merino
martes, 26 de junio de 2012, 16:41 h (CET)
Alineaciones probables
Portugal: Rui Patricio; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves, Coentrao; Raúl Meireles, Miguel Veloso, Joao Moutinho, Nani; Cristiano Ronaldo y Hugo Almeida.

España: Casillas; Arbeloa, Ramos, Piqué, Jordi Alba; Xabi Alonso, Busquets; Silva, Xavi, Iniesta; y Cesc.

Árbitro: Cuneyt Cakir (Turquía).

Datos: Estadio Donbass Arena de Donetsk, Ucrania. Miércoles, 27 de junio de 2012 a las 20:45 horas. Retransmitido por Telecinco.
El paraíso no es un escenario sencillo de alcanzar. No es suficiente con exponer esperanzas. Cuesta tanto esfuerzo como un enorme sufrimiento. España está a noventa minutos de disputar su tercera final consecutiva en cuatro años. Deberá superar un escollo más antes de aguardar a Alemania o Italia. Su siguiente cumbre a coronar es el Portugal de Cristiano Ronaldo. La expedición será tan compleja como formidable será el grado de satisfacción en caso de ganar. La estadística asegura que España nunca se despeña cuando pisa estos terrenos tan abruptos en una Eurocopa: tres semifinales y tres finales. Completar este póquer exigirá una España firme en su juego de toque, en el control del encuentro y en su eficacia anotadora. Y más: contrarrestar el cansancio, encontrar mayores vías de profundidad en ataque y, especialmente, frenar a Cristiano Ronaldo, un artista en erupción, en modo devorador.

España es una pieza codiciada por todos los grandes futbolistas. Más todavía cuando estará en escena un futbolista como Cristiano Ronaldo. El delantero portugués -con tres goles en esta edición y a falta de un gol de igualar el récord de 22 tantos en un Campeonato de Europa, incluyendo fase de clasificación, en manos del turco Hakan Sukur y del danés Jon Dahl Tomasson- sabe que un triunfo sobre España aumentaría su cotización hacia el Balón de Oro y hacía ese encuentro final, donde saldar esa amargura que aún le corroe internamente desde aquella derrota ante Grecia en la Eurocopa de Portugal. Su meta es complicada: España no recibe un gol en eliminatorias desde 2006 (Francia ganó 1-3 en el Mundial de Alemania). Y, en esta edición, sólo Di Natale ha conseguido superar a un Casillas que está a una victoria de convertirse en el primer futbolista que suma 100 victorias con una selección.

Portugal no es sólo Cristiano Ronaldo
España, aunque parezca lo contrario, no mide sus fuerzas únicamente contra Cristiano Ronaldo. No habrá ningún plan especial de defensa sobre el 'siete'. Enfrente también estará un bloque sólido, bien conjuntado en defensa y ataque. Diez hombres que no sólo ayudan a su estrella, sino que ellos también son resolutivos para decantar un encuentro. Portugal es más que Cristiano Ronaldo. Lo que sucede es que el astro portugués eclipsa al resto de la tropa. El grupo, entrenado por Paulo Bento, se caracteriza por un sistema trenzado en base a una fuerte presión defensiva, con dos rápidos y habilidosos carrileros –Joao Pereira, nuevo refuerzo del Valencia, y Coentrao-, dos férreos marcadores (Pepe y Bruno Alves), una medular donde se alterna presión (con los incombustibles Veloso y Meireles) y toque (Moutinho). Arriba, aparte de Cristiano Ronaldo, un escurridizo Nani y un tanque para fijar defensas y hacer el trabajo sucio como Hugo Almeida, el reemplazado del lesionado Helder Postiga.

Como buena previa de España, a ésta no la abandonan los debates. Todo apunta a que Del Bosque repetirá su esquema tradicional, quedando la duda de siempre, pero con más alternativas: delantero centro con Llorente (jugó ante Portugal en Sudáfrica), como sucedió en Sudáfrica, recuperación de Fernando Torres o reafirmación del nueve de incógnito con Cesc. Tampoco habría que descartar otra opción: refrescar el centro del campo con futbolistas como Pedro o Cazorla en detrimento de Silva. Porque el resto de la estructura es inamovible. No se negocia. No hay debate posible. Ni en el doble pivote con Xabi Alonso y Busquets ni en la creación con Xavi e Iniesta. El otro tema a debatir es el cansancio: ¿han tenido días suficientes o no de recuperar energías? Enfrente, el adversario luso, ha tenido dos días más, aunque tampoco están sobrados de vitaminas: el mismo once en los cuatro partidos anteriores y escasa rotación.

Este dato apunta a que Portugal cuenta con un once estable, donde todos se conocen y saben fielmente cuáles son sus funciones. Más o menos como España. La diferencia estriba en que España no debe demostrar nada, y sí Portugal, cuyos futbolistas no conocen cómo hay que moverse en estos terrenos de tanta exigencia y presión. Por esto mismo, y porque se sienten cómodos, no dudarán en olvidarse de gobernar el balón. Ellos se mueven mejor al contragolpe, donde está su baza con Cristiano Ronaldo. España, por consiguiente, aunque aterriza en un buen momento deberá estar atento a esta circunstancia, amén de acudir fielmente a su cita con el juego de toque y control y potenciar su presencia ofensiva o, al menos, exhibir el mismo grado de pegada que ante Francia. Eso y más, porque España está a las puertas de acceder al paraíso vía Portugal.

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