Randall Bailey sorprendió a Mike Jones para llevarse una victoria por TKO en una pelea que iba perdiendo y así ganar el título wélter de la FIB, en una pelea realizada en Las Vegas como parte de la cartelera de la Pacquiao-Bradley.
La pelea comenzó algo lenta en los primeros asaltos con Mike Jones (26-1, 19 KOs) dominando ligeramente a Randall Bailey (43-7, 37 KOs) pero sin tomar muchos riesgos.
Jones golpeó más y mejor a lo largo de la pelea, pero no tuvo continuidad y le dio espacios a Bailey para mantenerse sin problemas.
El mejor round de Jones fue el noveno, cuando puso mal a Bailey, pero no encontró la forma de rematarlo y así se le fue su mejor oportunidad de desnivelar la pelea con claridad.
En el décimo Randall Bailey sorprendió a Mike Jones con un poderoso recto de derecha al rostro que lo mandó de espaldas a la lona. Era la primera vez que Mike Jones caía en su carrera. En el undécimo luego de que Jones falló una izquierda Bailey lo cazó con un uppercut a la mandíbula que lo tumbó de nuevo y no pudo levantarse para que el juez Tony Weeks detuviese la pelea a los 2:55 iminutos.
Mike Jones era claramente favorito en esta pelea y hasta entonces duplicaba a Bailey en golpes y golpes de poder.