Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Crítica de cine | Aatar | John Carter
Del éxito de Cámeron al fracaso de Walt Disney

John Carter y Avatar

|

Tras el éxito de Avatar, Walt Disney estrenó su propio mega-filme en 3D sobre otro mundo en el espacio: John Carter. Esta última película, que acaba de estrenarse, apunta a ser una de las que más pierda, cientos de millones de dólares, mientras que  la primera ha sido la más taquillera de la historia.

Pude deleitarme viendo ambos filmes en la mayor pantalla Imax de Inglaterra donde pude apreciar sus grandes efectos especiales. Ambos tienen un héroe terrestre que va a otro globo donde acaba desposándose con una princesa extraterrestre nativa de allí.


John Carter, Avatar, cine, fracaso



En Avatar se configura todo un ecosistema diferente con una atmósfera y gravedad que permite el gigantismo y fosforescencia  de su fauna y flora, mientras que la evolución produce animales de 6 extremidades y humanoides altos, con largas colas y resistentes a grandes caídas.

Avatar se supone que se da en el primer sistema estelar cercano al nuestro (Alfa Centauro), aunque los astrónomos  no han descubierto allí un gigante de gas como Júpiter tras el cual pudiese orbitar una luna como la de esta obra. Sin embargo, la imaginación desplegada no está divorciada de valederas hipótesis científicas.

En cambio, John Carter presenta un escenario sin ningún apego a la ciencia. Carter es un humano que llega al planeta más próximo no en una nave sino mediante una medalla milagrosa y Marte no es una esfera helada, casi sin atmósfera e incapaz de sostener animales o plantas (tal como lo han comprobado las investigaciones espaciales), sino una más caliente que la nuestra, con mucho oxígeno y con habitantes humanos nativos, los cuales, además, son todos blancos que hablan un inglés norteamericano.


John Carter, Avatar, cine, fracaso



Las 3 especies de animales que allí aparecen no tienen relación directa con el medio ambiente presentado, mientras que hay humanoides verdes que no tienen nada que ver con nosotros o nuestros ancestros mamíferos, reptiles o peces pues tienen 4 brazos, sangre azul, carecen de nariz y dejan a sus huevos sin cuidar (algo imposible en una especie inteligente). No se sabe de qué se alimenta esa fauna y en el cielo no se ve a ninguna criatura (cuando en la Tierra ¾ de los animales no marinos vuelan).

La única otra raza humana que sale en dicha película es la de apaches enemigos  que persiguen en EEUU a John Carter (un ex combatiente del bando esclavista en la guerra civil norteamericana) antes de que él sea transportado a Marte.

Mientras la historia de Avatar fue creada en este milenio, la de Carter fue creada hace un siglo por al autor de Tarzán, quien le pone cierto tufo supremacista blanco. John Carter fue la inspiración a varias figuras de más de 4 extremidades en Avatar y otras obras de ciencia de ficción y pese a sus bemoles nos ayuda a comprender cómo nuestra visión del espacio ha cambiado desde la época de nuestros abuelos o bisabuelos.

John Carter y Avatar

Del éxito de Cámeron al fracaso de Walt Disney
Isaac Bigio
martes, 27 de marzo de 2012, 07:46 h (CET)
Tras el éxito de Avatar, Walt Disney estrenó su propio mega-filme en 3D sobre otro mundo en el espacio: John Carter. Esta última película, que acaba de estrenarse, apunta a ser una de las que más pierda, cientos de millones de dólares, mientras que  la primera ha sido la más taquillera de la historia.

Pude deleitarme viendo ambos filmes en la mayor pantalla Imax de Inglaterra donde pude apreciar sus grandes efectos especiales. Ambos tienen un héroe terrestre que va a otro globo donde acaba desposándose con una princesa extraterrestre nativa de allí.


John Carter, Avatar, cine, fracaso



En Avatar se configura todo un ecosistema diferente con una atmósfera y gravedad que permite el gigantismo y fosforescencia  de su fauna y flora, mientras que la evolución produce animales de 6 extremidades y humanoides altos, con largas colas y resistentes a grandes caídas.

Avatar se supone que se da en el primer sistema estelar cercano al nuestro (Alfa Centauro), aunque los astrónomos  no han descubierto allí un gigante de gas como Júpiter tras el cual pudiese orbitar una luna como la de esta obra. Sin embargo, la imaginación desplegada no está divorciada de valederas hipótesis científicas.

En cambio, John Carter presenta un escenario sin ningún apego a la ciencia. Carter es un humano que llega al planeta más próximo no en una nave sino mediante una medalla milagrosa y Marte no es una esfera helada, casi sin atmósfera e incapaz de sostener animales o plantas (tal como lo han comprobado las investigaciones espaciales), sino una más caliente que la nuestra, con mucho oxígeno y con habitantes humanos nativos, los cuales, además, son todos blancos que hablan un inglés norteamericano.


John Carter, Avatar, cine, fracaso



Las 3 especies de animales que allí aparecen no tienen relación directa con el medio ambiente presentado, mientras que hay humanoides verdes que no tienen nada que ver con nosotros o nuestros ancestros mamíferos, reptiles o peces pues tienen 4 brazos, sangre azul, carecen de nariz y dejan a sus huevos sin cuidar (algo imposible en una especie inteligente). No se sabe de qué se alimenta esa fauna y en el cielo no se ve a ninguna criatura (cuando en la Tierra ¾ de los animales no marinos vuelan).

La única otra raza humana que sale en dicha película es la de apaches enemigos  que persiguen en EEUU a John Carter (un ex combatiente del bando esclavista en la guerra civil norteamericana) antes de que él sea transportado a Marte.

Mientras la historia de Avatar fue creada en este milenio, la de Carter fue creada hace un siglo por al autor de Tarzán, quien le pone cierto tufo supremacista blanco. John Carter fue la inspiración a varias figuras de más de 4 extremidades en Avatar y otras obras de ciencia de ficción y pese a sus bemoles nos ayuda a comprender cómo nuestra visión del espacio ha cambiado desde la época de nuestros abuelos o bisabuelos.

Noticias relacionadas

La directora Justine Triet se hizo con la Palma de Oro en Cannes, así como con el Óscar al Mejor Guion Original, dos Globos de Oro y un BAFTA, entre muchos otros reconocimientos, gracias a este thriller judicial escrito a cuatro manos junto a Arthur Harari.

Adolfo Aristarain está en todas las películas que ha escrito y dirigido: en La parte del león, Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo, La ley de la frontera, Martín (Hache), Lugares comunes y Roma -por el momento, su último trabajo-. Y no solo en un personaje, sino en todos los que reflejan su preocupación por encontrar un lugar en el mundo. Él ha encontrado el suyo en Buenos Aires, donde recibió la noticia de que la Academia de Cine le había concedido la Medalla de Oro 2024.

En la España de posguerra, y con un ambiente opresivo de curas ultra franquistas que obligan a sus alumnos a entonar la cara al sol como si les fuera la vida en ello, Ricardo, un buen padre de familia, intelectual de izquierdas, se verá obligado a vivir escondido en su propia casa haciéndose pasar por muerto. Mientras, su mujer Elena será acosada por un joven diácono que atraviesa una fuerte crisis vital.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto