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¿La tortura existe?... Y si existe, ¿quién, siendo humano, puede practicarla?... Todos alguna vez nos hemos preguntado esto. ¿Qué clase de persona es el torturador?... ¿Qué sucesos le hacen a una persona convertirse en monstruo semejante?... ¿No conoce el amor, la ternura?, ¿no siente, no padece, no se estremece?... Interrogantes que nos hemos formulado, acaso sin respuesta, y que hemos dejado a un lado por lo embarazoso y desagradable del tema, mirando hacia otra parte. Pero la tortura existe, es legal en muchos países, como lo es la ignominia de la pena de muerte, y lo sabemos todos, como sabemos que en todas las dictaduras y en algunas democracias hay algunos hombres dispuestos a ello sin el menor remordimiento. Lo sabemos, pero callamos, porque el mundo está en orden y podemos dormir sin perturbaciones, sin que los gritos de las víctimas nos desvelen de esta nuestra paz falsaria e ignorante.
La marga sombra del verdugo es una invitación a asomarse a este submundo de horror que no deja de existir porque le ignoremos; pero es una invitación amable, literaria, que, usando la belleza de formas y la armonía expresiva, nos mostrará algunas pinceladas de un hecho que está en el deber y la posibilidad de todos evitarlo. Pero que nadie busque en estas pginas un compendio de horror o renglones ideados por Sade, porque nada de eso hay. Aqui se habla de un horror cotidiano, ése que circunscribe a las dictaduras o que valora el poder y la fuerza como un acto encomiable; aquí se habla del trabajo sucio que hombres comunes hacen en servicio de la sociedad que creen proteger, de sus causas y de sus porqués. Y, para ello, se sirve de una historia para ilustrarlo, suave a veces, tierna otras, apasionante casi siempre, con un vigor literario y una riqueza que cautiva, empujándonos al recreo y a la reflexión, ilustrando, a la vez que nos empuja a no ignorarlo, para que tales cosas nunca, pero nunca jamás, puedan darse.
La amarga smbra del verdugo | |||
¿La tortura existe?... Y si existe, ¿quién, siendo humano, puede practicarla?... | |||
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¿La tortura existe?... Y si existe, ¿quién, siendo humano, puede practicarla?... Todos alguna vez nos hemos preguntado esto. ¿Qué clase de persona es el torturador?... ¿Qué sucesos le hacen a una persona convertirse en monstruo semejante?... ¿No conoce el amor, la ternura?, ¿no siente, no padece, no se estremece?... Interrogantes que nos hemos formulado, acaso sin respuesta, y que hemos dejado a un lado por lo embarazoso y desagradable del tema, mirando hacia otra parte. Pero la tortura existe, es legal en muchos países, como lo es la ignominia de la pena de muerte, y lo sabemos todos, como sabemos que en todas las dictaduras y en algunas democracias hay algunos hombres dispuestos a ello sin el menor remordimiento. Lo sabemos, pero callamos, porque el mundo está en orden y podemos dormir sin perturbaciones, sin que los gritos de las víctimas nos desvelen de esta nuestra paz falsaria e ignorante. La marga sombra del verdugo es una invitación a asomarse a este submundo de horror que no deja de existir porque le ignoremos; pero es una invitación amable, literaria, que, usando la belleza de formas y la armonía expresiva, nos mostrará algunas pinceladas de un hecho que está en el deber y la posibilidad de todos evitarlo. Pero que nadie busque en estas pginas un compendio de horror o renglones ideados por Sade, porque nada de eso hay. Aqui se habla de un horror cotidiano, ése que circunscribe a las dictaduras o que valora el poder y la fuerza como un acto encomiable; aquí se habla del trabajo sucio que hombres comunes hacen en servicio de la sociedad que creen proteger, de sus causas y de sus porqués. Y, para ello, se sirve de una historia para ilustrarlo, suave a veces, tierna otras, apasionante casi siempre, con un vigor literario y una riqueza que cautiva, empujándonos al recreo y a la reflexión, ilustrando, a la vez que nos empuja a no ignorarlo, para que tales cosas nunca, pero nunca jamás, puedan darse. |
GatoTruffo, fiel. Te queremos muy muy bien. Eres buen tesoro.
María Herreros es una ilustradora valenciana que termina de publicar ‘Un barbero en la guerra’ (Ed. Lumen), un trabajo que no resulta fácil de catalogar. No es un cómic. No es un libro ilustrado. Es otra cosa. Una hibridación, un cruce, una suma de. Al final las hibridaciones van a consolidarse como género. ‘Un barbero en la guerra’ cuenta la historia del abuelo de la propia María, Domingo Evangelio, un hombre que con diecinueve años hubo de incorporarse a la lucha.
La demencia, más allá de una simple pérdida de memoria asociada a la vejez, representa un complejo conjunto de trastornos que afecta a la vida de quienes la padecen y supone un camino repleto de dudas y obstáculos para familiares y amigos. Este libro proporciona una completa mirada sobre los diferentes tipos de demencias, más allá del conocido alzhéimer, y revela cómo afectan y se manifiestan en cada persona.
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