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Ambos conjuntos necesitan los tres puntos, por lo que se espera un partido emocionante y con bastante tensión, dado que ambos saben que la actuación en el terreno de juego no ha sido muy buena últimamente. El Betis acumula ocho jornadas sin ganar, y la Real Sociedad llega en puestos de descenso con tan solo nueve puntos.
Los dos clubes se encuentran inmersos en una dinámica de resultados
bastante negativa y mermados de cara al gol, aunque mucho más el Betis, con un
solo gol en siete jornadas de liga. Los de Montanier pisarán Heliópolis tras
empatar en casa ante el Español, y desean reencontrarse con el triunfo, algo
que no saborean desde hace ya más de dos meses, concretamente el 20 de
Septiembre, cuando ganaron a otro equipo andaluz, el Granada por 1-0.
Lo más destacado en el equipo verdiblanco ha sido la vuelta al grupo
de Roque Santa Cruz, quien parece que se ha recuperado de su dorsalgia aguda
que le hacía ser duda para este vital encuentro. Pero, todo apunta que Jorge
Molina saldrá en el once titular en vez del paraguayo.
Mel ha sido cuestionado y podría ser que éste sea su partido más duro
como entrenador del conjunto verdiblanco, ya que a pesar del apoyo no sabe lo
que va a pasar cuando pite el árbitro si el resultado es negativo.
La última vez que béticos y txuriurdines
se enfrentaron fue hace dos años, en la campaña 2009/2010, concretamente en la
jornada 38. El Betis cosechaba una victoria clave para seguir soñando con su
regreso a Primera División gracias a un penalty de Emaná y se estaba decidiendo
el ascenso. Al subir la Real Sociedad y no el conjunto sevillano, no se han
vuelto a ver las caras. Pero el conjunto vizcaíno tiene una maldición en La
Palmera, ya que es el rival que más veces ha perdido en el Benito Villamarín.
El cuadro blanquiazul ha perdido veintidós veces en el estadio verdiblanco.
Philippe
Montanier, también es consciente perfectamente de que el domingo se juega el
cargo en Sevilla.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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