Tercera victoria al casillero y vigésimo triunfo consecutivo en casa. El fortín de la Caja Mágica se ha trasladado al Palacio de los Deportes, mejorándose incluso en el ambiente que envuelve cada encuentro, tan formidable como adecuado para empujar al grupo. Aunque el encuentro frente al Blusens comenzó de forma contundente (12 arriba en 6 minutos) no acabó de cerrarse definitivamente hasta los últimos minutos del cuarto acto.
| FICHA TÉCNICA | 81- Real Madrid: Sergio Rodríguez (0), Rudy Fernández (14),Suárez (6), Mirotic (17) y Begic (11) -quinteto inicial- Pocius (0), Llull (11), Jorge Sanz (-), Tomic (0), Carroll (10) y Reyes (12).
67 – Blusens Monbus: Milt Palacio (2), Deron Washington (7), Ebi Ere (13), Levon Kendall (13) y Stephane Lasme (11) - quinteto inicial-; Bernard Hopkins (1), Mario Cabanas (0), Javier Bulfoni (2), Oriol Juyent (6), Nguema (2), Andrés Rodríguez (7) y Arberto Corbacho (3).
Parciales: 25-19, 19-15, 17-16, 20-17
Árbitros: Pérez Pizarro, Sánchez Mon y Rial.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga Endesa, disputado en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid ante 8.512 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del piloto de motociclismo Marco Simoncelli, fallecido en un accidente en el circuito de Sepang.
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DATOS DESTACABLES |
Lo mejor:Madrid ha recuperado el ambiente de baloncesto. Afición y equipo están cada vez más compenetrados y hasta Florentino Pérez acude al palco de autoridades
Lo peor: A pesar de una magnífica puesta en escena, el Real Madrid no cerró el encuentro con suficiente antelación como para vivir tranquilamente.
La clave: Los primeros seis minutos reportaron 21 puntos con pleno de tiros convertidos, siendo Mirotic la estrella. Los doce de diferencia se pusieron en el marcador.
El dato:Aparte de Mirotic y el triple estratosférico no validado de Rudy, Begic firmó el mejor de sus encuentros como madridista. La confianza de Laso, la aprovecha el esloveno.
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Rafael Merino / Palacio de los Deportes (Madrid)
La excelencia que tanto se busca en el apartado futbolístico se paseó por el baloncesto en la cita contra los gallegos del Blusens. Su presencia no se hizo esperar. Apareció durante los primeros seis minutos, un tiempo de magia, de enorme juego ofensivo y defensivo, de máxima efectividad. De un gran Sergio Rodríguez en la dirección, de un animador como Rudy, de un fajador como Begic, de un certero Suárez y de una estrella en ciernes como Mirotic. El cuadro gallego, impotente, recibió 21 puntos en ese tiempo, de los cuales 10 fueron de Mirotic. El público, aún con resaca de sueño, despertó o, mejor dicho, quiso no despertar y seguir disfrutando.
Después de esta excelente presentación, el Real Madrid, con los cambios, fue siendo más conservador y menos efectivo, especialmente en defensa, donde el Blusens comenzó a respirar y encontrar más vías de canasta. Tanto es así, que se pasó de un encuentro sin historia a otro con más contenido. Porque la ventaja se redujo a 4 puntos al comienzo del segundo cuarto. Fue un espejismo. A esa fiesta de presentación se sumó Carroll, que empieza a carburar, y Reyes. Nuevamente, la diferencia psicológica de los 10 puntos.
El desarrollo hasta el descanso y durante el tercer acto fueron muy semejantes. El Real Madrid, más brillante en ataque que en defensa, sin reparar los daños que Ere y Lasme hacía en el tiro, aunque sin verse en ningún momento con problemas serios como para acabar ganando, a pesar de los 5 de diferencia que había en el final del tercer cuarto (55-50). Pero nunca terminó de cerrar el encuentro. Lo hizo avanzado el cuarto acto, donde Rudy Fernández decidió mostrar sus cualidades de NBA. El Blusens acabó hincando la rodilla. No sólo por él, sino porque Llull, Begic, Mirotic, Reyes y Carroll también vieron aro con facilidad, superando todos la decena de puntos.
En definitiva, otro triunfo del Real Madrid, otro episodio más de ese despertar del madridismo por el baloncesto con la irrupción de Rudy, bueno ahora se llama Fernández, y porque los demás están entendiéndose con Laso, un entrenador con mucha lógica en sus decisiones y en la confianza que da a sus chicos, tanto es así que Begic firmó uno de sus mejores actuaciones de blanco, aunque ello vaya en detrimento de Tomic, algo depresivo, como le pasó a Pocius. Lo mejor, nuevamente, esa conexión que existe con la grada. Y lo peor, los árbitros, quienes apresuradamente no esperaron a ver cómo acaba un tiro de Rudy Fernández desde más allá de la línea de triple. Pitaron falta y no dieron continuidad a un triple del balear de espaldas y cayéndose. Pero fue el aliciente para cerrar otra fiesta y otra victoria del Madrid.