Puede que los americanos se queden sin partidos de la NBA, y ése es un espectáculo que todos, no sólo ellos, echaremos de menos. Sin embargo, la circunstancia nos está regalando la afortunada carambola de que algunas de sus estrellas desembarquen o planeen hacerlo en clubes europeos. Que se lo digan, por ejemplo, a los madridistas, cuyo entusiasmo se ha disparado con la llegada de Rudy Fernández, por no hablar de la que se armaría en Italia si Kobe Bryant finalmente recalara con su magia en el Virtus de Bolonia. No obstante, que este sueño convertido en realidad sea más pasajero o duradero dependerá del resultado de las negociaciones que siguen manteniendo los dueños de los equipos NBA y el sindicato de jugadores.
La posibilidad de que se suspenda la competición, no parcialmente sino durante toda la temporada regular, es cada vez más probable, vista la distancia que aún existe entre las partes para llegar a un acuerdo. Pese a que este fin de semana se apuntaba como decisivo en las negociaciones, parece que unos y otros se han conformado con algunos tiros libres pero aún sin lograr la canasta definitiva que ponga fin al “lockout”. Este panorama mantiene la incógnita en torno al futuro de algunos jugadores, como Pau Gasol; el “laker” ha revelado que sólo se trasladará a Europa si se cancela todo el curso de la NBA. Con este dilema, los aficionados del Barcelona se han puesto a rezar para que el cisma del baloncesto americano vaya a más.
El hecho de que estrellas como el propio Bryant, LeBron James, Dwyane Wade, Kevin Durant y Carmelo Anthony cooperaran durante unas horas el pasado viernes a desbloquear la situación deja bien claro que a nadie se le pasa por la cabeza aplazar el regreso de la NBA más de lo estrictamente necesario. Para eso, los jugadores seguramente tendrán que ceder y rebajar sus pretensiones, aunque eso no significa que vayan a poner un cheque en blanco tras haber luchado durante tanto tiempo por sus reivindicaciones. En este sentido, si los clubes americanos no ponen algo de su parte, serán los que acaben perdiendo realmente. Al fin y al cabo, los jugadores cuentan con la opción europea y, con la veda abierta, cuanto más intensa sea la desbandada, más lejano estará el pacto.
Con los Juegos de Londres a la vuelta de la esquina, las estrellas de la canasta buscan, en unos casos, reivindicar su presencia en sus respectivas selecciones y, en otros, llegar a la cita olímpica en su mejor forma. Si eso pueden hacerlo en sus actuales equipos NBA, es su opción preferente; pero antes que quedarse sin jugar, encontrarán su hueco en cualquier otra liga del mundo. La española está entre las mejores posicionadas en este particular “draft”. Por eso, no hay “lockout” que por bien no venga. Entretanto, las negociaciones en Nueva York siguen contrarreloj. Con los 43 partidos de pretemporada a lo largo de octubre suspendidos, ya se da también por imposible que la gran Liga americana vea anotar sus primeros puntos en la fecha prevista para su estreno, el 1 de noviembre. Viendo el vaso medio lleno, mejor para nosotros…, a ver si hay más estrellas que siguen los pasos de Rudy.