El Sevilla consiguió tres importantes puntos en su lucha por alcanzar los puestos nobles de la clasificación venciendo a la Real Sociedad, que mostró un sistema defensivo muy bien engranado y que llegaba con mucha confianza al Pizjuán tras su buen arranque liguero.
| Ficha técnica | Sevilla: Javi Varas (1), Coke (1), Spahic (3), Escudé (1), Navas (1), Trochowski (1), Medel (1), Perotti (0), Negredo (1) y Kanouté (2)
Real Sociedad: Bravo (1), Martínez (2), Demidov (1), I. Martínez (1), De la Bella (1), Mariga (2), Zurutuza (1), Aranburu (1), Xabi Prieto (1), Ifrán (2), Griezmann (1)
Cambios: En el Sevilla Manu del Moral (1) por Kanouté (min 68), Rakitic (2) por Trochowski (min 74) y Armenteros (s.c)por Perotti (min 83). En la Real, Cadamuro (1) por Xabi Prieto (min 32), Illaramendi (1) por Aranburu (min 71)y Agirretxe (1) por Zurutuza (min 77)
Goles: 1-0 Kanouté (min 53)
Árbitro: José Teixeira Vitienes (1). En los locales amonestó con cartulina amarilla a Coke (min 30), Medel (min 45) y Spahic (88); y en los visitantes a Mariga (min 6) y a De la Bella (min 66)
Incidencias: 40000 espectadores en el estadio Sanchez Pizjuán. Terreno de juego en buenas condiciones. |
Datos destacables | Lo mejor: Confianza Victoria balsámica del Sevilla que borra el mal sabor de boca del partido del Madrigal.
Lo peor: primera parte La primera parte fue muy trabada y con poco fútbol.
El dato: Kanouté sigue agrandando su leyenda
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Cuando un futbolista adquiere la dimensión de mito viviente, es fácil caer en la autocomplacencia o relajación, sobre todo después de superar con creces esa frontera psicológica que es la treintena para cualquier futbolista.
Es el momento para muchos de retiros dorados, petrodólares, planear qué se va a hacer con el dinero ganado en los años de deportista, y rellenar el expediente esperando que finalice el último contrato firmado. Pero hay futbolistas que se resisten a ésto, que quieren ser útiles hasta el último día, que quieren sentir que el ganar dinero es una consecuencia de su honradez en el campo, y que quieren competir hasta el último segundo para seguir haciendo honor a su condición de deportista.
Un tal Freddy Kanouté, hombre que pudo abandonar la nave sevillista en verano al olisquear dinero a cambio de perder competitividad, quiso quedarse con la condición de ser importante en su equipo, y hoy en la tercera jornada le ha dado tres puntos muy importantes a su equipo ante una muy correosa escuadra blanquiazul.
Y no es cuestión baladí su gol, porque la Real Sociedad se presentó en el tapete nervionense con las ideas muy claras y un plan por desarrollar, y el Sevilla no se encontró cómodo en ningún momento en el transcurrir del partido.
Con una sólida línea de cuatro atrás, y con Mariga convirtiéndose a veces casi en tercer central, el Sevilla volvía a sentir de nuevo como un equipo sabe maniatarlo siguiendo varias premisas básicas; sobre todo en lo concerniente a tapar a los extremos. En un equipo, el blanco, donde hay poco fútbol por dentro y no se apuesta por un tercer mediocentro que equilibre el desaguisado táctico provocado por la acumulación de hombres por delante del balón, cualquier escuadra sabe cómo sentirse cómoda en el coliseo nervionense.
Amarrando las alas del Sevilla, el equipo no encuentra la manera de volar, y empiezan a pasar minutos y minutos de fútbol insulso que poco a poco va horadando la confianza blanca y alimentando la del rival, una Real Sociedad en este caso que ya en el primer minuto pudo marcar por medio de Ifrán, un jugador con una pinta excelente y que dio más de un quebradero de cabeza especialmente a Escudé. Un par de minutos eléctricos del Sevilla en dos minutos consecutivos, el 38 y el 39, dieron paso a un descanso al que se llegaba con la sensación de que el Sevilla necesitaría de una reescritura de su hoja de ruta prevista para poder llevarse los tres puntos.
Sin embargo, esto no fue así gracias a ese milagro convertido en futbolista que aún viste la elástica sevillista y que lleva el 12 a la espalda desde hace varias temporadas. Un excelente pase sobre la marcha con la cabeza de Negredo al franco-malí propició que éste pudiera rematar relativamente cómodo y fusilar al chileno Bravo.
Gol que vale tres puntos, a pesar de que las sensaciones seguían siendo de espesor blanco. El Sevilla intentó buscar el segundo, mientras la Real esperaba el momento de enseñar los dientes, sabiendo que cuenta con puñales arriba que pueden rajar a un equipo en un mínimo despiste. Un superlativo Spahic sostuvo a la defensa nervionense en varias contras realistas, y el Sevilla contó con varias ocasiones claras para haber apuntillado a su rival. Manu del Moral, que había entrado por Kanouté, fue de los más activos, pero sigue negado de cara al gol, algo que convendría ir arreglando porque sus goles serán necesarios a lo largo de la temporada, para la que el Sevilla sólo cuenta con dos delanteros.
La Real apretó y jugó sus últimas bazas con la entrada de Agirretxe, pero estuvo más cerca el segundo gol sevillista que el empate donostiarra.
En definitiva, intenso y trabado choque entre dos equipos que llegaban con varios paralelismos en el arranque liguero y que fue decidido por un futbolista de los que todo sevillista podrá presumir ante futuras generaciones de haber visto jugar.