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“Creo que hay un mal entendido sobre el valor de los migrantes” Vicente Fox

¿Espaldas mojadas mejicanas y Otan? La realidad que esconden

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“Camino a Estados Unidos, cada año cruzan México, entre 150 mil y 400 mil personas provenientes de todo el mundo, especialmente de El Salvador, Guatemala y Honduras. La violencia, la corrupción y la pobreza son los motivos principales que empujan a estos inmigrantes”, estas son las palabras que figuran en uno de los muchos artículos que se escriben sobre el fenómeno migratorio mexicano. Se calcula que la población latina en los EE. UU de América es de unos 55´2 millones, lo que, sobre un total (2015) de 321’4 millones de habitantes de ciudadanos americanos supone un 17´2% del total. Si siguiera el incremento de inmigrantes (la mayoría mexicanos) en las cifras señaladas (150.000 a 400.000), es fácil adivinar que, en pocos años, se convertirían en mayoría de ciudadanos superando a los americanos de otros orígenes.

Es muy fácil criticar a los americanos cuando se quejan de esta “invasión” que les llega del norte, cuando no se conocen las causas que les obligan a este éxodo y tampoco se tiene en cuenta que, una gran mayoría de los que huyen de México para buscar cobijo en los EE. UU, son personas sin oficio ni beneficio, grupos de delincuentes, mafias contrabandistas, y personas que huyen de la corrupción, de la inseguridad, de las venganzas de las mafias de las drogas, las armas o la prostitución. Sin duda alguna al gobierno mexicano, aunque lo niegue, le resulta muy beneficioso que cada año se produzca una sangría de ciudadanos que, en caso contrario, serían una carga más sobre los presupuestos del Estado. El señor Obama, con sus políticas erráticas y sus ideas de izquierdas, estuvo permitiendo que el gobierno mexicano siguiera su política de no vigilar la frontera para que, los “espaldas mojadas”, como son conocidos en los EE.UU estos mexicanos que entran de extranjis para invadir de “sin papeles” extensas áreas de la nación americana; lo cual, en lugar de ser beneficioso para los trabajadores mexicanos, sólo ha contribuido a que, el gobierno del país, deje de aplicar las políticas adecuadas para acabar con la corrupción generalizada que se ha apoderado de toda la nación, impidiendo que los ciudadanos puedan beneficiarse de una situación normal donde, la explotación de las indudables riquezas del país, permitiría a todos los mexicanos gozar de un nivel de vida suficiente para poder quedarse en su propia nación.

Vean, no obstante, cuando el señor Trump se ha decidido (dejemos aparte sus modales abruptos y poco diplomáticos) a poner los puntos sobre las íes a los mandatarios de su vecino del norte, se levantan todos los demócratas, las mesnadas hollywoodenses, los críticos de siempre que, cada vez que los republicanos (la derecha americana) deciden aplicar una medida, cargan contra ella presentándola como una falta de sensibilidad o una agresión a las clases más pobres del país. Alguien, desde fuera de la nación americana, especialmente en los países de la CE, ha decidido que, la política que insinúa Trump es una agresión a los derechos humanos pero, estos mismos que se manifiestan así ni dicen nada en contra de los gestores mexicanos que, en realidad, son los verdaderos responsables de que estos miles de personas tengan necesidad de buscarse la vida fuera de las fronteras de su propio país, ni toman en cuenta que, aquellos a los que critican, las grandes empresas, como las que ha venido dirigiendo el magnate Trump, son las que, en realidad proporcionan trabajo a miles de obreros, cosa que, la millonaria señora Merryl Streep no lo hace, por mucho que, seguramente, le guste hacer obras de caridad que, aparte de desgravarle en los impuestos, le permiten ponerse la medalla de mecenas y buena persona. Pero la gente no quiere vivir de caridad y si tener un trabajo en el que pueda progresar. Y es que, señores, la hipocresía es algo muy corriente en estos fatuos que presumen de estar por encima de los demás.

Pero hay otro punto que les escuece a los gobiernos europeos y, particularmente, a la UE. El señor Trump acaba de apoyar el brexit inglés y esto ha sido una mala noticia para Europa que, seguramente, contaba con cortarle las alas a la señora May, cuando pensaban impedirle continuar beneficiándose con el libre comercio con las naciones europeas. Pero hay más y es que, el señor Trump parece dispuesto a mantener buenas relaciones con la UK, algo que no sucedía durante la época de gobierno de B. Obama, que se había distanciado notablemente de su antiguo amigo de la metrópoli inglesa. Se habla de que Trump quiere establecer un pacto de libre comercio, como el que tenía previsto llevar a cabo, con la UE, el señor Obama; algo que es posible que no tenga lugar si se llega a un concierto sobre este tema con los ingleses. ¿Va a cundir el ejemplo inglés en aquellas naciones que tienen contenciosos con Bruselas? Vayan ustedes a saber.

Claro que, las desgracias para la CE nunca vienen solas y, los críticos con Trump parece que tendrán motivos para estar disgustado con él si, como ya viene anunciando, tiene su especial opinión sobre la OTAN, a la que considera necesaria para Europa, pero se ha quedado “0bsoleta”, algo que, para cualquiera que haya seguido su evolución durante los últimos años, es más que evidente. Es obvio que la crisis ha sido un freno para su modernización y, lo que todavía es peor, los presupuestos de defensa de las naciones que la integran, han descendido con motivo de los recortes que ha sido preciso aplicar a los PG de cada nación, donde la partida destinada a la defensa ha sido la que ha resultado más afectada. Tenemos la impresión de que la OTAN ha sido, a nivel europeo, uno de los engaños mayores que se les han hecho a los ciudadanos de los países que la integran. Se la presentó como un organismo capaz de defender a la CE ante todos los posibles peligros que a los que tuviera que enfrentarse. Era un mero espejismo porque, quién era el verdadero líder de la OTAN y sigue siéndolo, ha sido durante todos los años de vida de esta entente militar, los EE. UU de América.

En realidad, si el señor Trump decide encerrarse en su nación y dejar que los europeos asuman la responsabilidad de defenderse con los medios materiales de los que disponen; lo que es posible que suceda, será que: por una parte, todos los países que forman parte de la OTAN van a tener que aumentar su aportación a la Alianza Atlántica y, por la otra, que las amenazas que actualmente se ciernen sobre la comunidad europea, los rusos y el DAESH, van a tener más posibilidades de crear situaciones de tensión y de imponer, en según qué materias, la ley de la fuerza. ¿Es el señor Trump, desde el punto de vista del pueblo americano, desleal a sus amigos europeos? En absoluto, porque los responsables de que no se haya creado un ejército potente, con los medios adecuados y preparado para enfrentarse, con posibilidades de éxito, a las amenazas externas a las que está sometida Europa, han sido los jefes de estado de los países que forman la Alianza Atlántica, que prefirieron confiar en el “amigo americano” que ha sido, hasta ahora, quien ha venido sacando a los europeos las castañas del fuego, cada vez que se han encontrado a punto de ser derrotados.

¿Se le puede criticar a Trump que, desde el punto de vista de sus deberes como presidente americano, intente desprenderse de las rémoras que han sido responsables de que los EE. UU hayan sido, durante muchos años, los encargados de mandar a sus soldados a morir en los frentes que, en realidad, debieran de haber sido defendidos por soldados europeos?? Muchos periodistas, incluso de los que se las dan de muy demócratas y de derechas, se están cebando descalificando, insultando, menospreciando al mandatario americano, sin tomarse la molestia de tomar nota de las causas por las que los americanos, cansados de ser los salvadores del resto de naciones del mundo, hayan decidido que ha llegado el momento de ocuparse de ellos mismos y dejar que sean los otros los que asuman sus responsabilidades por aquellas decisiones que decidan tomar.

Creo que ha llegado el momento en el que, Europa, se plantee lo que quiere ser en realidad y si quiere seguir intentando ser una nación de naciones, que se tome en serio que, sin una constitución para todas, unas leyes básicas a las que atenerse y una renuncia a todos aquellos privilegios que pudieran diferenciar a unas de las otras, como ya se ha probado, no hay medio de conseguir la, tantas veces, invocada unidad. Por si faltaran problemas de los que ocuparse, en la actualidad la CE tiene que enfrentarse a un enemigo interno, el terrorismo, que se ha venido colando subrepticiamente a través de la inmigración (aunque la señora Merkel intente quitarse responsabilidades de encima) y otro, tan peligroso como el otro por lo que significa de regreso a tipos de gobierno que todos dábamos por amortizados a través de la caída del Muro de Berlín, el populismo de carácter comunista que está pugnando por establecerse, como quinta columna, en las instituciones de todas las naciones; para llegar a hacerse con el poder en la UE. Un peligro real, por mucho que algunos prefieran ignorarlo.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, sentimos preocupación por que, esta guerra innecesaria que las izquierdas se empeñan en mantener contra el señor Trump acabe consiguiendo todo lo contrario de lo que sería necesario que ocurriera, o sea, que los americanos se encierren más en su propia nación y dejen que el resto del mundo se las apañe como pueda. No sería lo mejor.

¿Espaldas mojadas mejicanas y Otan? La realidad que esconden

“Creo que hay un mal entendido sobre el valor de los migrantes” Vicente Fox
Miguel Massanet
martes, 17 de enero de 2017, 00:41 h (CET)
“Camino a Estados Unidos, cada año cruzan México, entre 150 mil y 400 mil personas provenientes de todo el mundo, especialmente de El Salvador, Guatemala y Honduras. La violencia, la corrupción y la pobreza son los motivos principales que empujan a estos inmigrantes”, estas son las palabras que figuran en uno de los muchos artículos que se escriben sobre el fenómeno migratorio mexicano. Se calcula que la población latina en los EE. UU de América es de unos 55´2 millones, lo que, sobre un total (2015) de 321’4 millones de habitantes de ciudadanos americanos supone un 17´2% del total. Si siguiera el incremento de inmigrantes (la mayoría mexicanos) en las cifras señaladas (150.000 a 400.000), es fácil adivinar que, en pocos años, se convertirían en mayoría de ciudadanos superando a los americanos de otros orígenes.

Es muy fácil criticar a los americanos cuando se quejan de esta “invasión” que les llega del norte, cuando no se conocen las causas que les obligan a este éxodo y tampoco se tiene en cuenta que, una gran mayoría de los que huyen de México para buscar cobijo en los EE. UU, son personas sin oficio ni beneficio, grupos de delincuentes, mafias contrabandistas, y personas que huyen de la corrupción, de la inseguridad, de las venganzas de las mafias de las drogas, las armas o la prostitución. Sin duda alguna al gobierno mexicano, aunque lo niegue, le resulta muy beneficioso que cada año se produzca una sangría de ciudadanos que, en caso contrario, serían una carga más sobre los presupuestos del Estado. El señor Obama, con sus políticas erráticas y sus ideas de izquierdas, estuvo permitiendo que el gobierno mexicano siguiera su política de no vigilar la frontera para que, los “espaldas mojadas”, como son conocidos en los EE.UU estos mexicanos que entran de extranjis para invadir de “sin papeles” extensas áreas de la nación americana; lo cual, en lugar de ser beneficioso para los trabajadores mexicanos, sólo ha contribuido a que, el gobierno del país, deje de aplicar las políticas adecuadas para acabar con la corrupción generalizada que se ha apoderado de toda la nación, impidiendo que los ciudadanos puedan beneficiarse de una situación normal donde, la explotación de las indudables riquezas del país, permitiría a todos los mexicanos gozar de un nivel de vida suficiente para poder quedarse en su propia nación.

Vean, no obstante, cuando el señor Trump se ha decidido (dejemos aparte sus modales abruptos y poco diplomáticos) a poner los puntos sobre las íes a los mandatarios de su vecino del norte, se levantan todos los demócratas, las mesnadas hollywoodenses, los críticos de siempre que, cada vez que los republicanos (la derecha americana) deciden aplicar una medida, cargan contra ella presentándola como una falta de sensibilidad o una agresión a las clases más pobres del país. Alguien, desde fuera de la nación americana, especialmente en los países de la CE, ha decidido que, la política que insinúa Trump es una agresión a los derechos humanos pero, estos mismos que se manifiestan así ni dicen nada en contra de los gestores mexicanos que, en realidad, son los verdaderos responsables de que estos miles de personas tengan necesidad de buscarse la vida fuera de las fronteras de su propio país, ni toman en cuenta que, aquellos a los que critican, las grandes empresas, como las que ha venido dirigiendo el magnate Trump, son las que, en realidad proporcionan trabajo a miles de obreros, cosa que, la millonaria señora Merryl Streep no lo hace, por mucho que, seguramente, le guste hacer obras de caridad que, aparte de desgravarle en los impuestos, le permiten ponerse la medalla de mecenas y buena persona. Pero la gente no quiere vivir de caridad y si tener un trabajo en el que pueda progresar. Y es que, señores, la hipocresía es algo muy corriente en estos fatuos que presumen de estar por encima de los demás.

Pero hay otro punto que les escuece a los gobiernos europeos y, particularmente, a la UE. El señor Trump acaba de apoyar el brexit inglés y esto ha sido una mala noticia para Europa que, seguramente, contaba con cortarle las alas a la señora May, cuando pensaban impedirle continuar beneficiándose con el libre comercio con las naciones europeas. Pero hay más y es que, el señor Trump parece dispuesto a mantener buenas relaciones con la UK, algo que no sucedía durante la época de gobierno de B. Obama, que se había distanciado notablemente de su antiguo amigo de la metrópoli inglesa. Se habla de que Trump quiere establecer un pacto de libre comercio, como el que tenía previsto llevar a cabo, con la UE, el señor Obama; algo que es posible que no tenga lugar si se llega a un concierto sobre este tema con los ingleses. ¿Va a cundir el ejemplo inglés en aquellas naciones que tienen contenciosos con Bruselas? Vayan ustedes a saber.

Claro que, las desgracias para la CE nunca vienen solas y, los críticos con Trump parece que tendrán motivos para estar disgustado con él si, como ya viene anunciando, tiene su especial opinión sobre la OTAN, a la que considera necesaria para Europa, pero se ha quedado “0bsoleta”, algo que, para cualquiera que haya seguido su evolución durante los últimos años, es más que evidente. Es obvio que la crisis ha sido un freno para su modernización y, lo que todavía es peor, los presupuestos de defensa de las naciones que la integran, han descendido con motivo de los recortes que ha sido preciso aplicar a los PG de cada nación, donde la partida destinada a la defensa ha sido la que ha resultado más afectada. Tenemos la impresión de que la OTAN ha sido, a nivel europeo, uno de los engaños mayores que se les han hecho a los ciudadanos de los países que la integran. Se la presentó como un organismo capaz de defender a la CE ante todos los posibles peligros que a los que tuviera que enfrentarse. Era un mero espejismo porque, quién era el verdadero líder de la OTAN y sigue siéndolo, ha sido durante todos los años de vida de esta entente militar, los EE. UU de América.

En realidad, si el señor Trump decide encerrarse en su nación y dejar que los europeos asuman la responsabilidad de defenderse con los medios materiales de los que disponen; lo que es posible que suceda, será que: por una parte, todos los países que forman parte de la OTAN van a tener que aumentar su aportación a la Alianza Atlántica y, por la otra, que las amenazas que actualmente se ciernen sobre la comunidad europea, los rusos y el DAESH, van a tener más posibilidades de crear situaciones de tensión y de imponer, en según qué materias, la ley de la fuerza. ¿Es el señor Trump, desde el punto de vista del pueblo americano, desleal a sus amigos europeos? En absoluto, porque los responsables de que no se haya creado un ejército potente, con los medios adecuados y preparado para enfrentarse, con posibilidades de éxito, a las amenazas externas a las que está sometida Europa, han sido los jefes de estado de los países que forman la Alianza Atlántica, que prefirieron confiar en el “amigo americano” que ha sido, hasta ahora, quien ha venido sacando a los europeos las castañas del fuego, cada vez que se han encontrado a punto de ser derrotados.

¿Se le puede criticar a Trump que, desde el punto de vista de sus deberes como presidente americano, intente desprenderse de las rémoras que han sido responsables de que los EE. UU hayan sido, durante muchos años, los encargados de mandar a sus soldados a morir en los frentes que, en realidad, debieran de haber sido defendidos por soldados europeos?? Muchos periodistas, incluso de los que se las dan de muy demócratas y de derechas, se están cebando descalificando, insultando, menospreciando al mandatario americano, sin tomarse la molestia de tomar nota de las causas por las que los americanos, cansados de ser los salvadores del resto de naciones del mundo, hayan decidido que ha llegado el momento de ocuparse de ellos mismos y dejar que sean los otros los que asuman sus responsabilidades por aquellas decisiones que decidan tomar.

Creo que ha llegado el momento en el que, Europa, se plantee lo que quiere ser en realidad y si quiere seguir intentando ser una nación de naciones, que se tome en serio que, sin una constitución para todas, unas leyes básicas a las que atenerse y una renuncia a todos aquellos privilegios que pudieran diferenciar a unas de las otras, como ya se ha probado, no hay medio de conseguir la, tantas veces, invocada unidad. Por si faltaran problemas de los que ocuparse, en la actualidad la CE tiene que enfrentarse a un enemigo interno, el terrorismo, que se ha venido colando subrepticiamente a través de la inmigración (aunque la señora Merkel intente quitarse responsabilidades de encima) y otro, tan peligroso como el otro por lo que significa de regreso a tipos de gobierno que todos dábamos por amortizados a través de la caída del Muro de Berlín, el populismo de carácter comunista que está pugnando por establecerse, como quinta columna, en las instituciones de todas las naciones; para llegar a hacerse con el poder en la UE. Un peligro real, por mucho que algunos prefieran ignorarlo.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, sentimos preocupación por que, esta guerra innecesaria que las izquierdas se empeñan en mantener contra el señor Trump acabe consiguiendo todo lo contrario de lo que sería necesario que ocurriera, o sea, que los americanos se encierren más en su propia nación y dejen que el resto del mundo se las apañe como pueda. No sería lo mejor.

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