Llega el fin de año y, con él, las Navidades. Es entonces cuando nos surge la eterna pregunta ¿Qué le regalo? Son días en los que hay que elegir presentes para padres, madres, hermanos, familiares varios, amigos y, quién tenga, a su pareja. No es una obligación, por supuesto, pero la Navidad es el caldo de cultivo ideal para la generosidad... y ahí entran los regalos, una manera de demostrarle a otra persona nuestro aprecio por él. Camisas, vestidos, bisutería, relojes, películas o libros son los objetos más socorridos a la hora de hacer un regalo, pero desde hace unos años hasta el presente se han ido popularizando las cajas de experiencias, convirtiéndose en una de las mejores opciones como regalos de Navidad. Como todo en el mercado, el de los regalos también lo ha hecho, y este tipo de presente es de los más actualizados porque, ante todo, permite una personalización muy grande, pues su oferta es muy amplia.

De apariencia sencilla, normalmente se presentan en una cajita pequeña, pero pueden contener experiencias inolvidables. Así pues, de esta manera, nos alejamos de los regalos convencionales más materiales que, en el mejor de los casos, quedan colocados en alguna estantería o mesita y, a cambio, regalamos recuerdos inolvidables a aquel que los disfruta.

En las webs especializadas podemos ver todo el catálogo disponible, y además, por norma general lo tienen segmentado, bien sea para hombres, mujeres, para hacer en solitario o en pareja. También está la opción de verlo por categorías, como restaurantes, spa, hoteles... porque otra de las cosas positivas de este tipo de presentes es que podemos regalar desde una cata de vinos hasta un salto en paracaídas... casi cualquier cosa que se nos pueda ocurrir, tiene su cabida en estos paquetes.

A pesar de todo lo dicho, otro punto a favor que tienen es que podemos regalar cosas interesantes como las antes citadas catas, rutas de senderismo, paseos en caballo o canoa y noches de hotel por unos 20 euros, e ir aumentando la oferta y la calidad del servicio en función al capital que tengamos pensado invertir.

Son regalos que quitan un poco el miedo a fallar con él, porque suelen ser planes que a todos nos apetecen hacer y que, además, nos permiten hacerlas en cualquier parte de España, por lo que, si sabemos que la otra persona tiene pensado hacer alguna pequeña escapada, podemos hacer el regalo para que pueda completar el viaje con alguna actividad interesante como una ruta de senderismo, una visita guiada a algún museo o una comida en algún restaurante típico de la zona.

Como se puede ver, las opciones a tener en cuenta son muy amplias, casi infinitas, por lo que regalar estas Navidades un paquete de experiencias es una de las opciones más originales que podemos tomar, acertaremos casi seguro (si no también se pueden descambiar) y, lo más importante, le daremos a nuestro ser querido una experiencia que quedará plasmada en fotos, vídeos y, lo más importante e imborrable: recuerdos.