Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Copo | Sociedad

Unos dientes de menos

|

En vosotros, queridos lectores, busco el consuelo; que no otra cosa es éste que hacer partícipe a los demás de los sinsabores que transitan por este valle mío de lágrimas.

Aunque estropeado por diversas causas, hace días que, tal vez por la edad, comenzaron a ponerse revoltosos tres dientes de la vieja quijada con la que trituro algún que otro alimento; al decir revoltosos lo que intento significar es que, además de cierto dolor en uno de ellos, comenzaron a bailar y moverse de forma extraña y variada, danza que hacía imposible el masticar como Dios manda.

Lógicamente encaminé todo mi ser a un dentista para ver la forma de acabar con aquel vals majestuoso que a veces alcanzaba compases de un pasodoble castizo; uno tiene aguante, aunque hay momentos que me siento derrotado, hecho que ocurre cuando me acerco vacilante a poner mis dientes en manos de cualquier dentista.

El buen hombre y mejor profesional realizó una radiografía a la deteriorada dentadura y comentó que tenía una infección bucal; me recetó un antibiótico cuyo nombre no cito. Tras una agradable ducha y un pequeño desayuno tomé el primero de los comprimidos y me puse en contacto con el ordenador para echar un rato con ustedes; he aquí que a los pocos minutos comencé a pasar la mano por la blanca barba pues sentí un cierto picor que, por cierto, iba a más y más, de tal forma era el escozor que retirado del teclado desnudé parte de mi cuerpo que había dejado de serlo para convertirse en el de un Cristo de Pasión; reacción, pues, al canto.

Puesto en contacto con el galeno, me recomendó otro antibiótico más suave que he ingerido durante una semana a razón de seis comprimidos diarios durante una semana de absentismo alcohólico y comidas de papillas y huevos pasados por agua.

Hoy, o sea, de aquí a un par de horas llega el momento trágico de volver a la clínica donde creo me veré sometido a la extracción de tres dientes de mi propiedad y, para qué engañar, tengo cierta mieditis o canguelo que deseo transportar a mis amigos y amigas, ustedes.

Lo mío ha sido un silencioso calvario que culminará, eso deseo, a las 13 horas en el Gólgota de la clínica dental. Ojalá sea así.

Unos dientes de menos

José García Pérez
martes, 12 de abril de 2016, 09:14 h (CET)
En vosotros, queridos lectores, busco el consuelo; que no otra cosa es éste que hacer partícipe a los demás de los sinsabores que transitan por este valle mío de lágrimas.

Aunque estropeado por diversas causas, hace días que, tal vez por la edad, comenzaron a ponerse revoltosos tres dientes de la vieja quijada con la que trituro algún que otro alimento; al decir revoltosos lo que intento significar es que, además de cierto dolor en uno de ellos, comenzaron a bailar y moverse de forma extraña y variada, danza que hacía imposible el masticar como Dios manda.

Lógicamente encaminé todo mi ser a un dentista para ver la forma de acabar con aquel vals majestuoso que a veces alcanzaba compases de un pasodoble castizo; uno tiene aguante, aunque hay momentos que me siento derrotado, hecho que ocurre cuando me acerco vacilante a poner mis dientes en manos de cualquier dentista.

El buen hombre y mejor profesional realizó una radiografía a la deteriorada dentadura y comentó que tenía una infección bucal; me recetó un antibiótico cuyo nombre no cito. Tras una agradable ducha y un pequeño desayuno tomé el primero de los comprimidos y me puse en contacto con el ordenador para echar un rato con ustedes; he aquí que a los pocos minutos comencé a pasar la mano por la blanca barba pues sentí un cierto picor que, por cierto, iba a más y más, de tal forma era el escozor que retirado del teclado desnudé parte de mi cuerpo que había dejado de serlo para convertirse en el de un Cristo de Pasión; reacción, pues, al canto.

Puesto en contacto con el galeno, me recomendó otro antibiótico más suave que he ingerido durante una semana a razón de seis comprimidos diarios durante una semana de absentismo alcohólico y comidas de papillas y huevos pasados por agua.

Hoy, o sea, de aquí a un par de horas llega el momento trágico de volver a la clínica donde creo me veré sometido a la extracción de tres dientes de mi propiedad y, para qué engañar, tengo cierta mieditis o canguelo que deseo transportar a mis amigos y amigas, ustedes.

Lo mío ha sido un silencioso calvario que culminará, eso deseo, a las 13 horas en el Gólgota de la clínica dental. Ojalá sea así.

Noticias relacionadas

La ciudad de Barcelona, en favor de una transformación fantasiosa de sí misma, siempre bajo el paraguas efectista de la ‘sostenibilidad ambiental’, como socorrida coartada ejemplificada en su más que evidente y disruptiva conversión urbanística, se le adivina en su resultado final el poco o nulo interés por conectar con las necesidades vitales de una gran mayoría y en aquellos planeamientos al servicio de las personas.

El ADN de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, contendría la triple enzima trumpista (autocracia, instauración del paraíso neoliberal y retorno al "pensamiento único heteropatriarcal") y asimismo sería una "rara avis" que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional al ser una experta en las técnicas de manipulación de masas.

La inversión de inmuebles en España atrae a muchos extranjeros, por el clima mediterráneo agradable y las múltiples playas por toda su costa, lo que la convierte en un destino muy atractivo para vivir o pasar las vacaciones, esta es la razón de muchos inversores que buscan una segunda residencia o un lugar de retiro.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto