¿Qué nos pasa a los católicos? Parece que nos da vergüenza de proclamar públicamente nuestra fe, y vemos multitudes que se manifiestan públicamente que son totalmente contrarias a la fe que profesamos. La respuesta no puede ser otra: tenemos poca fe o la hemos perdido. San Pablo lo dice bien claro: “Si Dios está con nosotros, quién estará contra nosotros” Y hay una canción que dice: “Si vienes conmigo y alientas mi fe, si estás a mi lado a quién temeré”.
Por tanto tenemos que manifestar, sin complejos, con humildad y alegría nuestra fe públicamente, se tiene que notar con nuestro comportamiento que somos la sal y la luz para el mundo, como nos manda el Señor, pero para eso primero tenemos que tener fe y eso es lo que tenemos que pedir a Dios, que aumente nuestra fe, y entonces veremos como este complejo que nos atemoriza, desaparecerá; y otra frase de San Pablo: “Esta es la victoria sobre el mundo: nuestra fe”. Vivimos tiempos recios como decía Santa Teresa y aquí no sirven las ambigüedades, ni las medias tinta.
Opino que una manera fe de profesar públicamente nuestra fe, es hacer actos públicos religiosos, organizados a nivel nacional y con frecuencia. Esto no es una utopía, si despertamos de nuestro letargo, muchas almas que andan buscando un motivo por el cual vivir, se unirían. Somos la mayoría. La hoguera parece que está apagada, pero las brasas si las soplas vuelven a dar llama. Un medio infalible para conseguir este fuego del amor de Dios, es unirse a la Santísima Virgen, y junto a Ella, como ocurrió en el Calvario, sufrió con la muerte de su Divino Hijo, pero con la certeza de su Resurrección. España es Tierra de María y junto a Ella, viviremos la alegría de la Resurrección, y así España recobrará su identidad, que no es otra que la Nación Católica.
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