| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
|
|
El intento de impedir el relevo en el poder que se ha producido en Brasil desgraciadamente no es un fenómeno aislado. Se cumplen dos años de algo muy parecido en Estados Unidos. Sin duda son fenómenos populistas. Pero a veces la expresión “populismo” es demasiado genérica. Estamos ante una cuestión institucional pero también antropológica.
Una democracia no se basa solo en procedimientos formales. Tiene su fundamento en una serie de certezas y evidencias que en estos momentos se diluyen. Se desdibujan los sujetos personales y sociales, desaparece la unidad en la pluralidad y no hay puntos firmes, de hecho, el respeto a la libertad pierde fuerza.
Al cabo de los años, los momentos difíciles se van difuminando en el recuerdo. Pero aun tengo grabada en mi mente cómo los estudiantes de mi generación asistíamos, una vez pasada la Semana Santa, a un periodo de terror ante los exámenes finales que se cernían sobre nuestras cabezas.
Ha llegado a mis manos un artículo publicado por el escritor Alfredo Boccia, tal vez uno de los más virtuosos y honestos periodistas que existe en la actualidad en el Paraguay y basta leer el título del articulo para saber quién es Judas. El titulo expresa “Y se dicen amigos de Pecci”.
No somos entusiastas de la RAE, pero sí de nuestro idioma, el español. Nuestro desapego hacia la institución es por muchas de sus, para nosotros, incomprensibles decisiones. Aunque hay que resaltar su importante labor contra la moda anglicista.
|