Sé que muchos se me van a reír después de leer esta carta, pero no me importa, pienso que lo que voy a contar va en beneficio de la comunidad y eso está por encima de cualquier otra consideración:
”No hace mucho, salía yo con mi coche del garaje cuando, justo al sacar con precaución el morro del auto del edificio para incorporarme a la vía, me quedé hechizado observando a una moza. Ésta estaba haciendo footing con unos leggings muy ajustados y una camiseta de vivos colores por la acera. Tan hipnotizado estaba yo, que mientras mis ojos se quedaron aglutinados en las mallas de la chica, mi coche siguió en movimiento desviándose un poco a la derecha, yendo por su cuenta a colisionar contra la puerta de un auto estacionado en la calzada.
En resumidas cuentas, la broma me ha costado un ojo de la cara y parte del otro, por no decir otra cosa que me callo...”
En fin, desde esta privilegiada tribuna, yo quisiera mandar un SOS a todas aquellas jóvenes que hacen footing por las aceras de nuestra ciudad con leggings. Yo les pediría que tengan un poco de compasión. Yo les diría que, por el bien de la circulación, la crisis económica y la paz mundial, que no se pongan mallas tan ajustadas, porfa. ¡Ah! Se me olvidaba: que paséis unas Felices Navidades y un Prospero Año Nuevo.
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