He observado que en la modificación del delito de sedición hay tres niveles de análisis: el penal, el político y el constitucional. Para tener una visión precisa de lo que está sucediendo no se pueden separar los tres niveles. Es cierto que la tipificación del delito de sedición, como todos aquellos relacionados con el ataque al orden constitucional, requiere un cambio.
La sedición y la rebelión están tipificadas en un contexto como el del siglo XIX y el comienzo del XX, marcados por alzamientos militares. En este momento, lo que en el derecho comparado se denomina “alta traición”, se lleva a cabo por otros medios. Hay quien ha hablado de “golpes postmodernos”. Por ese motivo, y por la falta de precisión del tipo actual, es recomendable hacer una modificación.
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