Tomado del Libro del Apocalipsis: ”...Después de esto miré y vi una muchedumbre grande, que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua, que estaban delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en sus manos. Clamaban con gran voz, diciendo Salud a nuestro Dios, al que estaba sentado en el trono, y al Cordero….
Tomo la palabra uno de los ancianos y me dijo: Estos vestidos de túnicas blancas ¿Quiénes son y de dónde vinieron? Le respondí: Señor mío, eso tú lo sabes Y me replicó: Esos son los que vienen de la gran tribulación, y lavaron sus túnicas y las blanquearon en la sangre del Cordero…..Ya no tendrán hambre, ni tendrán ya sed, ni caerá sobre ellos el sol ni ardor alguno, porque el Cordero, que está en medio del trono, los apacentará y los guiará a las fuentes de aguas de vida y Dios enjugará toda lagrima de sus ojos” .
Pues ese es nuestro destino, y para eso nos creó Dios para verlo y gozar de su presencia eternamente. Y aquí no hay problemas de alojamiento, una muchedumbre que nadie puede contar, lo puebla.
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