La mañana empezó con una luna nueva que, inmensa, lucía por poniente sobre las cumbres nevadas de la Sierra de Guadarrama.

“Mr. Richard Gere, actor y activista social”, leí la tarjeta para el acceso a la sesión matutina del Foro de Nueva Economía en el hotel Palace de Madrid.

Actor, conocido y famoso. Bien aceptado y poco premiado, ha basado su carrera en un físico que alguien ha definido como “de galán con innegable sex appeal masculino”.

La tarde anterior había echado un vistazo a su carrera para tratar de descubrir a la persona entre los personajes que había representado en sus películas: American Gigoló, Oficial y Caballero, Pretty Woman, El Chacal… Ya puesto, también leí su biografía: Nace en Filadelfia en 1951. Adolescencia hippie. Va a Nueva York y se mete en el mundo del cine. Primer matrimonio, a los 40 años, con una supermodelo 15 años más joven, Cindy Crawford, a la que deja, hecha unos zorros, en manos de un psicólogo a los 4 años. Segundo matrimonio, con la actriz Carey Lowell, 12 años más joven que él, que dura doce años y del que nace un hijo. Gresca en divorcio, para repartir patrimonio de 100 millones de dólares. Y noviazgo con Adriana Silva, una española que nacía cuando él ya tenía 30 años, que anda en trámites de divorcio y que, parece, es una de las razones por las que el actor esté en España. Después de unos años de vaivenes personales, se hizo budista, amigo del Dalai Lama y defensor de la causa del Tíbet.

“Un acto, sin duda, muy especial”, comenzaba diciendo el Director del Foro, José Luis Rodríguez, ante miles de personas, salones llenos, periodistas…, y la Secretaria de Estado de Igualdad y Servicios Sociales, Susana Camarero.

Especial porque “las mujeres, aún las otoñales, andamos con las hormonas revueltas”, diría una de ellas. Especial, también, porque había muchas más mujeres que hombres.

“¿Qué tiene para que guste?”, hice la pregunta, simplona, a las compañeras de mesa.

“Su sonrisa y mirada pícara con esos ojos pequeños y achinados” – respondió la periodista de Canal Sur Radio, Gema Vélez.

“Se ha hecho mayor muy bien y sin retocarse” – opinó Asun Salvador, que cubría el acto para Onda Cero.

“Le brilla el pelo”- afirmó Mireia Capella, de La Sexta.

Para entonces, Fernando Vidal, como presidente de Rais Fundación, la ONG que promovía el acto, trataba de centrar el tema. El protagonista era el actor, y las cámaras y flashes aprovechaban la ocasión. Pero el acto se promovía como una actividad social en favor de las personas sin hogar; y Vidal se encargó de recordarlo.

“Buenos días, son las únicas palabras en español que vais a oír de mí esta mañana”, saludó el actor sin papeles. Después, traducido del inglés por la voz de una mujer, siguió con su discurso:

Hoy las mujeres se han vestido estupendamente. Y los hombres nos hemos puesto corbata. Importante la reunión de personas de distintos ámbitos. Hay muchos líderes y periodistas españoles aquí. Todos tenemos el mismo sentimiento para solucionar el problema de los sin techo. Derecho de todos a tener una cama.

Película “Los Invisibles”, en la que interpreta a un sin hogar neoyorkino, basada en las memorias de Cadillac Man, que habla sin sentimentalismos de su vida: alcohol, drogas, odio a sí mismo. “Nadie me miraba vestido de mendigo. En 42 minutos nadie me miró. Yo lo sentí, y soy un actor famoso. ¿Y los demás? Es un infierno. He aprendido cuán frágil es nuestra estructura personal.

“En Europa tenéis el problema de los refugiados, que se sienten solos si pierden el contacto humano. Eres valioso, hay que decirles”

Hay dos formas de pensar: “Yo y mi cápsula. Y todos estamos en el mismo barco”. Si pensamos que todos estamos en el mismo barco, se pueden resolver problemas. “Mi enfoque es que todos tenemos que trabajar juntos. Tengo la esperanza de hacer esa comunidad”.

“Podemos cambiar el mundo juntos”, terminó.

En el turno de preguntas, hubo contestaciones precisas, elucubraciones, regates dialécticos, y silencios:

¿Desahucios?: Es amoral echar gente a la calle. Es caro y sin sentido, porque cuesta más echarles a la calle y mantenerles que darles una casa. Los problemas en la calle son alarmantes. Como ejemplo: El 60% de los niños que en USA viven sin hogar son gays, lesbianas y transexuales.

¿Desalojo de los okupas del Colegio Mayor san Juan Evangelista?: Seamos realistas. Hay personas que hacen algo que no es aceptable. Pero si no forman parte de la estructura social, su vida gira alrededor de sus necesidades humanas básicas. No puedo juzgar a los que se comportan mal.

¿La filosofía budista del perdón es aplicable a los yihadistas que matan? ¿Cómo deben reaccionar USA y Europa frente a la avalancha de refugiados?: “Yo soy un actor, no un filósofo”. Pero hay que reaccionar ante el comportamiento delictivo y criminal. La venganza no ayuda. No soy inteligente para saber por qué los yihadistas matan. Hay que pensar en las causas que generan lo que hacen. Sin disculpar su actitud, no los justifico. Pero hay algo que les obliga y que hay que explorar.

¿Preguntas personales, novia…?: No.

¿Tíbet y China?: El Partido comunista chino habla de independencia, el Dalai Lama no. Según Mao, el Tíbet es una región autónoma como Mongolia o Manchuria. “Por la Constitución, estas regiones tiene derecho a cultivar su identidad. A mí no me dejan ir a China”. Si el PC chino siguiera la Constitución, no pasaría nada. En el futuro cambiará, porque el PC no va a durar siempre. Tienen miedo a las redes sociales. Se les acaba el tiempo. Nadie sabe qué va a hacer el dirigente chino. En USA hablamos del Tíbet, en Europa no hablan.

Violencia de género: “El cambio va a venir de vosotras”. La violencia a veces es el resultado de estrés, ansiedad, no saber qué hacer.

Ha ensalzado a Carmena, esta noche cena con ella. ¿Qué consejos le va a dar en beneficio de los sin techo?: No contesta. “Cobarde”, sonó una voz ronca.

¿Qué propone a los hombres de negocios?: Responde con un regate dialéctico.

¿Recomendaría el budismo como terapia de rejuvenecimiento?: “Si te empiezan a decir que estás mejor que nunca, es que estás fatal… El Dalai Lama con 80 años tiene más energía que los que estamos aquí”. Empieza a las 3 y media de la mañana, 4 horas de meditación, 7 de trabajo… No hay nadie con más energía…” Si abres la mente y el corazón y aprendes la habilidad de ayudar a las personas, como el Dalai Lama o el Papa Francisco, pareces joven. La mente infantil es fresca, nunca se cansan”.

La despedida, como todo, tuvo un aire personal:

“He estado hablando como un tonto, pero todo es posible. Yo soy americano y vosotros españoles. Os he mirado a los ojos. Es un punto de partida. Las cosas son posibles”.

Al terminar, en hall del hotel, alguien daba su opinión:

Buena dicción. Inteligencia alta no brillante. Tics de americano frente a los europeos. Comunica bien. Se zafa mejor. No decepciona, pero tampoco llena. Los budistas cultivados tienen la mente amplia y libre que desarrollan por la meditación. Es lo que llaman entendimiento profundo. Hay otro conocimiento menos perfecto, de los que tienen menos formación. El del actor es de estos últimos.

“Como actor, Mr. Richard Gere. Como activista social, un tal Ricardo” - pensé.