Fue ayer, cuando cayó el alba, me distes cien mil besos robados.
Y tus caricias me hicieron sentir mil veces tú...
Fue ayer, cuando me quisiste mucho, y mucho...
Y pasó la tarde, y pasó la noche, y pasó el amanecer.
Fue anoche, cuando tuve mala suerte, y alguien robó tu último beso.
Y entonces lo perdí todo y el luto cayó sobre madera mojada.
Y cayó la noche, y otra noche, y otra y otra.
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