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Gracias, Lucrecia y Manuel,
mis dulces progenitores,
por vuestros años mejores,
plenos de amor, hecho miel.
Y por dejaros la piel
en sacrificios sin cuento,
para darme el instrumento
con que ganarme la vida;
siempre la mano tendida
en plena calma, y con viento.
Pensando en la inmensidad,
con su misterio entrañable,
vuestro recuerdo imborrable
me trae gran felicidad.
Os veo en la Eternidad,
el uno del otro en pos,
y, protegiendo a los dos,
por los celestiales predios,
la Virgen de los Remedios
que, gozosa, os lleva a Dios.
Hoy os rindo mi homenaje
de recuerdo y oración,
y deseo de corazón
imitar vuestro coraje.
El práctico carruaje
que me hicisteis construir,
me ha servido para unir,
con amor a mi familia
y estar en dulce vigilia
por un honesto vivir.
Quisiera que esta emoción,
expresada torpemente,
fuera el oportuno puente
para una petición:
Y es que vuestra comunión
con el Padre Celestial,
nos lleve hasta el manantial
de agua transparente y pura,
que nace de la dulzura
de Dios, el Rey Eternal.
El hombre ocupa el área ocre de la pista. La mujer, el área aceituna. El hombre, debajo de una mesa liviana. Cerca y silencioso, un enanito disfrazado de enanito de jardín. El haz del “buscador”, quieto, lo ilumina. Se enloquece. Se pasea por el área ocre. Se detiene en el hombre: Romeo, el italiano. Habrán de imaginárselo: candor.
Resulta admirable encontrarse con un libro que guarda sus raíces en la investigación académica y en la fusión de las pasiones por la tradición oral y la ilustración. La cantidad de datos, citas, reflexiones minuciosas, relatos, trazos y nombres aparecen de una manera tan acertada, que en conjunto configuran ese terreno seguro donde entregarnos confiadamente a la lectura.
En el finísimo camino del hilo casi invisible / la araña desafíala terca gravedad y la engañosa distancia, / el hierro se desgastacon el frotar de la ventana, / casi una imperceptible sinfonía endulza el ambiente / cuando el viento transitaentre las grietas de la madera, / al mismo tiempo, / dos enamorados entregan su saliva el uno al otro / como si fueran enfermos recibiendo una transfusión.
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